La UE denuncia a Argentina por restringir las importaciones

La UE denunció ayer a Argentina ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por sus persistentes trabas a las importaciones. Aunque Bruselas desligó el procedimiento del reciente conflicto con Repsol, la decisión refleja el malestar comunitario por la expropiación de YPF. La Comisión explicó que la reclamación responde a la imposición sistemática de licencias previas para la venta de productos, lo que vulnera la normativa de la OMC que también suscribió Buenos Aires. El Gobierno argentino tiene 60 días para llegar a un acuerdo con Europa o se enfrentará a un juicio que podría acabar con sanciones comerciales.

La denuncia de la UE, formalizada en la sede de la OMC en Ginebra, se basa en toda una serie de restricciones proteccionistas. Bruselas sostiene que Argentina exige a todas las empresas una burocrática aprobación previa para poder vender sus productos. En muchos casos, se reclama adicionalmente una licencia específica que se otorga bajo unas condiciones «opacas e inaceptables». A estas irregularidades, se suman obstáculos como la obligación de que las compañías aumenten su producción en el país o no transfieran al exterior sus ingresos. Según la Comisión, estos últimos requisitos no están recogidos en ninguna legislación argentina.

Los socios europeos asisten desde hace varios años a un creciente deterioro del clima comercial en el país sudamericano. Solo en 2011, las restricciones afectaron a un volumen de negocio de 500 millones. En total, la UE exporta a Argentina 8.300 millones en productos, mientras que sus compras ascienden a 10.700. De momento, solo Europa ha presentado la denuncia ante la OMC, pero otros miembros podrían seguir sus pasos. EE UU, Japón y Turquía, y otros países 16 más, han protestado ante el organismo por las prácticas irregulares del Gobierno de Cristina Fernández.

Bruselas insistió en que la nacionalización de YPF es un asunto «separado». El conflicto, sin embargo, ha pesado mucho en la formalización de la denuncia porque las restricciones a las importaciones se arrastran desde hace años. En cualquier caso, la Comisión todavía considera las opciones a su alcance para responder a la expropiación. España pidió excluir a Buenos Aires de las negociaciones para un tratado de libre comercio con Mercosur. También se habló de la posibilidad de suspender las ventajas arancelarias al país, pero ambas medidas siguen todavía en fase de estudio.

Tras la presentación de la denuncia, se abre un plazo de 60 días en el que la UE y Argentina intentarán llegar a un acuerdo. Si el diálogo fracasa, entonces Bruselas podría llevar a juicio a Buenos Aires en el seno de la OMC. El proceso podría prolongarse durante años, pero el resultado supondría un duro golpe para las exportaciones argentinas. El triunfo jurídico permitiría a Europa imponer recargos extra a los productos procedentes del país sudamericano. En un plano más general, una disputa de este tipo podría ahuyentar a inversores extranjeros.