Mubarak, deprimido; su esposa, de luto
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLos medios de comunicación egipcios se preguntaban esta semana si Hosni Mubarak tendría derecho a votar en los comicios presidenciales que, por primera vez, no llevan su nombre en las papeletas. La duda no se ha aclarado, pero es muy posible que el dictador haya seguido las elecciones deprimido y pegado a la pantalla del televisor, según desvelaba al diario 'Al-Tahrir' una fuente del hospital militar en el que lleva más de un año ingresado.
«Después de mí, ningún presidente permanecerá en Egipto», dijo un deprimido Mubarak desde su cama del hospital mientras seguía el desarrollo de las elecciones por televisión, asegura 'Al-Tahrir'. Su esposa fue a visitarlo el pasado miércoles vestida de luto, según la fuente del diario egipcio, algo que hundió aún más al dictador, para quien el comienzo de las primeras elecciones democráticas de la historia del país han supuesto «el peor día de su vida», según la traducción de Efe. También fueron a consolarle sus dos nueras, Jadiya y Heidi, cuyos esposos aguardan sentencia en la prisión de Tora.
Según los médicos, el expresidente, que en 2010 fue operado en Alemania de un cáncer de vesícula, ha sufrido diversos episodios de depresión desde que fuera expulsado del palacio de Heliópolis. Ayer también se supo que un pariente del exmandatario aseguró al diario 'Al-Ahram' que toda su familia va a votar a Ahmed Shafiq.
Mientras tanto, la sentencia del juicio a Mubarak, al que se acusa de asesinato y corrupción, deberá conocerse el próximo 2 de junio. Algunos expertos legales apuntan que es probable que la sentencia se aplace hasta después de la segunda vuelta de los comicios presidenciales, ya que el dictamen podría enfurecer a los egipcios y poner en peligro las elecciones.