Llanto por los Meliás de San Juan de Dios

No sé si durante estos días han reparado mis paisanos de Cádiz en el perfume y en la belleza de la floración de los Meliá Azedera, un árbol también llamado Lilo de la India, Árbol de las Perlas o Árbol Paraíso. Tomarse una cerveza al atardecer en la plaza de San Juan de Dios o dar un paseo por la Avenida contemplando sus flores y aspirando su perfume es uno de esos pequeños placeres estéticos que están al alcance de todos. Originario de la India y pariente del caobero, este árbol tiene otras muchas virtudes. Es muy sufrido y aguanta sequías y , en verano, crea un círculo de frescor en su entorno. Está naturalizado en el sur de Andalucía. Su madera, cortada en diciembre, es extraordinaria. Sus raíces son pivotantes, permitiendo junto a él otros cultivos, y cuando se le tala rebrota de nuevo y vuelve a conformarse como un árbol. Además de ser, como todos los árboles, amortiguadores de los rigores climáticos y favorecer la lluvia.
Lo de contemplar sus flores y aspirar su perfume en la plaza de San Juan de Dios, tomando una cerveza, ya no será posible porque el arboricida Ayuntamiento ha talado ignorantemente la veintena de hermosos meliás que rodeaban y hermoseaban esa plaza, algunos de ellos desde hacía 60 años. Junto a los Meliás han perecido también más de una docena de Árboles del Amor. Pero eso no ha sido todo: el precioso empedrado blanco y gris oscuro, que simulaba un oleaje que llegaba hasta las puertas del Ayuntamiento desde el puerto ha sido eliminado. En su lugar han colocado un pastiche de hormigón tintado en el que ni siquiera son paralelas las ondas que imita.
Y palmeras, muchas palmeras, que ahora son un triple negocio, con la plaga que han introducido tan irresponsablemente, que se ha llevado por delante las dos espectaculares palmeras bicentenarias de la plaza de Candelaria y otras casi tan longevas de la Plaza de España y otros puntos de la ciudad.
Qué pena de la plaza de San Juan de Dios a la que han robado sus árboles, su empedrado y sus bancos, y ha quedado convertida en un híbrido inhóspito, a camino entre el palmeral de Elche y el Generalife de Granada...Pero con los surtidores cortados porque con el levante la gente se moja. Qué ironía.
Seamos menos negativos y pensemos qué podemos hacer para espabilar a esta gente. No han sido campeones de grupo por la cara, ya le echaremos la bronca en otro momento. ¿Por qué no pensar en la remontada? Mientras hay vida, hay esperanza, así que luchemos por lo que queremos. Y menos negativismos.
De vergüenza la organización de la secretaría de Cádiz. En primer lugar no te facilitaban información pues todo estaba descrito en la solicitud y resolverte cualquier duda supondría un gran esfuerzo por lo visto, si lo hacían desde la conserjería vista la avalancha de demanda de información. En segundo lugar, era muy difícil acceder a un numero porque después de aguantar una cola desde las seis de la mañana (en el caso de los últimos días) llegabas al mostrador y te decían: ¿cuántos números quieres? por lo que la cola solo podía ser de unas 50 personas al día porque a la 100 no le llegaba el turno. Por último, decir que las secretarías de pueblos como Chiclana o San Fernando han permanecido abiertas mañana y tarde (un horario razonable para unos días frenéticos) sin ningún tipo de cola de este tipo, ni repartir turnos