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Santos y Chávez acuerdan luchar contra las FARC en la frontera venezolana
El asesinato de doce militares provoca el compromiso de ambos gobernantes para combatir a la guerrilla
LA HABANA. Actualizado: GuardarEl diálogo entre el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y su homólogo venezolano, Hugo Chávez, parece funcionar. Aun así, algunos políticos como el exmandatario Álvaro Uribe no lo apoyan ni creen en la sinceridad de las promesas del líder bolivariano. Santos anunció ayer que llegó a un acuerdo con su vecino para que las tropas del Ejecutivo chavista capturen o «den de baja» a los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que el lunes mataron a doce militares en Maicao (en el departamento de Guajira) y que luego huyeron a Venezuela.
Ambos gobernantes confirmaron desde sus respectivas naciones que hablaron en dos ocasiones sobre el tema que calienta la frontera y fijaron las medidas correspondientes. Santos -que restableció las relaciones con Caracas en cuanto asumió el poder en el 2010- explicó que su convaleciente colega le dijo que «no permitirá la presencia de grupos ilegales de ninguna naturaleza en nuestro territorio». Chávez le informó de que había ordenado la movilización de dos brigadas con «instrucciones claras» de tratar de detectar a «esos bandidos de las FARC». «Si los logran ubicar, los van a capturar. Y si se resisten, usarán las armas, les darán plomo», afirmó.
El sucesor de Uribe al frente del Ejecutivo de Colombia admitió que el nuevo ataque contra los militares era un «revés» y que «posiblemente no será el último». Pero advirtió a las FARC: «No se equivoquen, esta guerra continuará y seguirá la ofensiva hasta lograr nuestro objetivo de imponer la paz en este país. No hay ningún tipo de titubeo o contemplación».
Reproches televisados
Hugo Chávez lo hizo público a través de una llamada telefónica a la televisión, el método de comunicación que aplica mientras se recupera del cáncer. «No podemos permitir que a nosotros nos inmiscuyan en un conflicto que no es nuestro», aseguró. Agregó de forma contundente: «No vamos a permitir que grupos irregulares, sea del signo que fuere, utilicen a Venezuela como sitio para acampar, para entrenar o para atacar fuerzas de otros países». En cambio, el líder bolivariano no quiso responder a las acusaciones de Álvaro Uribe, que lo acusa de dirigir «una dictadura», de convertir Venezuela en «un paraíso del narcotráfico» y de proteger a grupos guerrilleros. «Prefiero no responder a este señor. Bien conocido es su currículum, hay que ver cómo terminó ese Gobierno, poniendo en peligro la paz incluso regional de toda esta parte de América Latina», subrayó en televisión.
Mientras Santos hace oídos sordos ante las fuertes andanadas de Uribe, que considera que ha bajado la guardia contra los grupos rebeldes y defendió sus políticas.