Empresas del Ibex y RSC
Vicesecretario de la Junta de Gobierno del Colegio de Economistas de Cádiz
Actualizado: GuardarLa crisis afecta a todos, pero no por igual. Los altos ejecutivos de las grandes empresas españolas siguen apuntándose sueldos millonarios, aparentemente al margen de las menores facturaciones y beneficios de sus compañías. Recientemente se han hecho públicas las retribuciones percibidas por los principales directivos del Santander, que tradicionalmente sitúa a su consejero delegado, Alfredo Sáenz, como el directivo mejor pagado del Ibex. El primer ejecutivo de Emilio Botín se embolsó 11,6 millones de euros, eso sí, un 8% menos que en el año anterior.
Esta tendencia choca de plano con la política de austeridad emprendida por el Gobierno de Mariano Rajoy, que está alcanzando hasta los sectores más sensibles como sanidad y educación, en vez de dejarnos aconsejar por los que mas saben d esto como Bill Gates que, a su paso por España se hizo la siguiente pregunta «¿Por qué no han bajado aquí los sueldos?» El fundador de Microsoft, uno de los hombres más ricos del planeta, puede hablar de primera mano de ejemplos entre la clase empresarial de EE UU, o como el fallecido Steve Jobs, que se puso el sueldo simbólico de 1 dólar por estar al frente de Apple, de la que era dueño, o el del inversor Warren Buffet, que ha reclamado que los ricos paguen más impuestos.
El resto de los directivos del Ibex tampoco han tomado ejemplo de sus homólogos anglosajones, los habituales del top three también ha salvado el año sin demasiados apuros. Ignacio Sánchez-Galán, presidente de Iberdrola, superó ampliamente los cinco millones de euros en 2011. El ejecutivo salmantino se anotó sendos pagos de 2,25 millones en concepto de retribución fija y variable por el desempeño de sus funciones ejecutivas. Además, sumó otro fijo de 567.000 euros como asignación estatutaria, al margen de otras primas de menor cuantía para seguros y pensiones. Todo sin contar las acciones recibidas por la liquidación del bono estratégico 2008-2010. Galán ya percibió 5,34 millones de euros en 2010, complementados por títulos de Iberdrola Renovables valorados en 1,6 millones de euros.
Más modesto, el presidente del BBVA, Francisco González, tributará por unos ingresos de 4,97 millones de euros, según consta en el Informe de Gobierno Corporativo de la sociedad. El banquero percibió 1,96 en concepto de retribución fija y 3,01 millones en variable, por no entrar en su generoso plan de pensiones acumulado. Mientras, su consejero delegado, Ángel Cano, tuvo que conformarse con una retribución de 3,63 millones de euros. Sáenz gana a todos sus colegas, incluido al presidente de Bankia, Rodrigo Rato, que se quedó en 2,34 millones. También a su jefe. El presidente del Santander, Emilio Botín, vio entrar en su cuenta corriente 4,50 millones, un 9,5% menos. Su hija Ana Patricia, que en 2011 se estrenó al frente de la filial británica Santander UK, percibió 5 millones de euros.
Pues bien estas empresas dirigidas por ejecutivos de escandalosos sueldos lejos de predicar con un modelo ejemplar en responsabilidad social y corporativa en todas sus manifestaciones económicas, laborales y relacionadas con el medio ambiente, no han conseguido alcanzar la calificación mínima en esta asignatura según las conclusiones recogidas en la octava edición del estudio 'La Responsabilidad Social Corporativa en las memorias anuales de las empresas del IBEX 35' realizada por el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa.
En efecto del estudio pormenorizado que se recoge en el extenso informe en el que se analizan cada uno de los indicadores económicos sociales y medioambientales que inciden sobre el grado de cumplimento del índice de RSC se pueden destacar los siguientes aspectos:
-El 86% de las empresas poseen empresas participadas en territorios considerados como paraísos fiscales, lo que supone un incremento del 4% con respecto al ejercicio anterior.
-Según informa el indicador I.C.2, se ha podido evidenciar que 30 de las 35 empresas analizadas (86%) poseen empresas participadas en países considerados como paraísos fiscales. En concreto, en las empresas siguen estando en estos territorios: Abengoa, Abertis, Acciona, Acerinox, Acs, Arcelor mittal, Banesto, BBVA, Banco Popular, Banco Sabadell, Banco Santander CH, Criteria, Endesa, FCC, Ferrovial, Gamesa, Gas Natural, Grifols, Iberdrola, Inditex, Mapfre, OHL, Red eléctrica, Repsol, Técnicas reunidas, Telecinco y Telefónica.
En lo que a información medioambiental se refiere, las empresas del Ibex 35 ofrecen datos incompletos sobre los impactos que sus negocios provocan en el medio ambiente, obviando cuestiones importantes como la localización, las líneas de negocio o los tipos de impacto. El informe recoge: «El contenido social que ofrecen las empresas del Ibex 35 en sus memorias de sostenibilidad resulta insuficiente. Aunque se han realizado algunos avances en cuanto a políticas y procedimientos, los mecanismos de medición y control siguen pareciendo confusos. En algunos casos, la información es inexistente ya que todavía algunas de las empresas del Ibex 35 obvian la conveniencia de rendir cuentas respecto sobre los resultados de su actividad en formato triple cuenta, cubriendo aspectos económicos, sociales y ambientales. Del análisis de los contenidos de los documentos analizados resulta una puntuación de 1,05 información escasa y supone un incremento con respecto al ejercicio anterior de 0,01».
Corolario: Esta pandilla de privilegiados no solo no colaboran con el Estado reduciendo sus escandalosos sueldos sino que además dan un pésimo ejemplo de responsabilidad social corporativa, estando a años de luz de otras empresas (extranjeras por supuesto) como Microsoft, Apple o IKEA que dentro de sus cuentas de resultados lucen unos excelentes beneficios en el capítulo de RSC, con lo que están contribuyendo a socializar los beneficios. Por el contrario, en este país, con las medidas para sanear la banca a base de aplicar inyecciones de capital público conseguimos socializar las pérdidas, pero: ¿por qué no se hace lo mismo con los beneficios? Sería lo justo.