
Márquez cae, Luthi gana y Espargaró se pone líder
LE MANS. Actualizado: GuardarLa lluvia arruinó las esperanzas españolas de traducir el triplete de poles del sábado en pleno de victorias el domingo. Las carreras fueron una lotería, y casi se trataba más de mantenerse sobre la moto que de rodar deprisa para lograr un buen resultado. Y a Marc Márquez, que llegaba a Le Mans líder de Moto2 y salía desde la pole, le tocó cruz: su Suter le descabalgó en la undécima vuelta, y en la graba, junto a él, terminaron un buen puñado de valiosos puntos y el liderato en la clasificación.
Eso sí, el testigo al frente de la general de Moto2 lo recoge otro español, Pol Espargaró, que hizo lo justo, sexta posición (que no es poco tal como estaba la pista) para superar a Márquez por un solo punto. Quien sacó mejor tajada del lío en que el mal tiempo convirtió las carreras fue Thomas Luthi, que hasta ahora siempre había sido batido por los dos catalanes y se alzó con su primera victoria del curso, acercándose a sólo tres puntos de Pol y dos de Marc en el campeonato.
La carrera empezó con un susto mayúsculo, caída de Simone Corsi en la segunda curva, en medio del pelotón. Milagrosamente, todos los pilotos lograron esquivarle, y no hubo daños que lamentar. Pol Espargaró se puso en seguida al frente, y comandó las siete primeras vueltas. El de Granollers parecía un líder sólido, pero tras salirse en una frenada y darse un buen susto, perdió ritmo y quedó relegado al segundo grupo. Luthi tomó la delantera y abrió brecha pronto, y solo el francés Zarco, en su afán de lucirse ante su público, intentó una caza que terminó en caída. Junto al suizo subieron al podio el italiano Corti y el inglés Redding, y Espargaró, con su sexto puesto, fue el único español que terminó entre los diez primeros. Tito Rabat, undécimo, y Toni Elías, duodécimo, terminaron decepcionados por su falta de confianza sobre agua, mientras Nico Terol, decimocuarto, estaba feliz con sus primeros puntos en Moto2.
Julio Simón protagonizó la imagen del Gran Premio: peleando por la sexta plaza, su moto se paró en. ¡la última curva! Trató de arrancarla empujando, pero no hubo manera de hacer rugir el motor, y Simón, ni corto ni perezoso, quiso llegar de todas maneras: corrió más de un centenar de metros, con su incómodo atuendo de piloto (mono, botas y casco) arrastrando los 140 kilos de su Suter hasta la línea de meta. Llegó el 13.