«Que Coca-Cola ahora haga sillas da pistas de hacia dónde vamos»
Para Alfons Cornella, consultor dedicado a impulsar la innovación, el futuro de la empresa es colaborar para ofrecer los mejores productos
MADRID. Actualizado: GuardarEl sistema basado en atesorar activos financieros decae. Las señales de que algo falla bombardean al ciudadano por doquier. Pero en este panorama se encuentran optimistas convencidos de que el cambio ya está aquí y que el nuevo modelo social se basará en compartir. Compartir recursos, conocimientos, ideas, tecnologías y activos de todo tipo para sacar adelante proyectos que sirvan de impulso social y económico. Una de estas personas es Alfons Cornella, fundador de Infonomía y consultor dedicado a ayudar a las empresas a replantearse y ser más innovadoras.
-¿Es la suya una teoría más?
-Ojo, no es ninguna teoría, es una evidencia. Las grandes y pequeñas empresas que encuentran oportunidades compartiendo para generar su negocio son una realidad.
Los casos tangibles que apoyan esta «realidad» sirvieron de inauguración ayer en la jornada 'Inspiring day' organizada por Tecnalia en Madrid, donde empresarios y representantes institucionales debatieron sobre las nuevas oportunidades de negocio que inspira la tecnología y, por supuesto, la colaboración.
Modelos como el de Tecnalia, que invitan a las empresas a buscar fuera el conocimiento que les ayudará a crecer, no está muy desarrollado en España. Cierto. «Pero sí se trata de un efecto global que va a más. La competencia excluyente del ayer es la colaboración de mañana. El mundo es ahora tan complejo y sofisticado que no puede satisfacer en solitario a un cliente superexigente».
Marcas aliadas
Para demostrar que no es una teoría, Cornella destaca ejemplos de compañías que se han aliado entre sí para desarrollar un producto que atienda a las nuevas necesidades de los clientes y, por lo tanto, oportunidades de negocio. «Coca-Cola, por ejemplo, se ha unido a una marca de muebles para desarrollar su imagen de empresa preocupada por el medio ambiente. Ahora fabrican sillas en alianza con esta marca -rojas, por supuesto- cien por cien sostenibles. Que Coca-Cola se alíe para fabricar sillas nos debe dar una idea hacia dónde vamos», expuso al auditorio Cornella. Como este ejemplo, la lista de casos es llamativa: LG y Prada crearon un teléfono móvil de lujo; Imaginarium diseñó un coche marca Skoda pensado para la diversión de los hijos, Adidas y un fabricante de auriculares sacaron al mercado unos aptos para deportes acuáticos. «El activo de cada marca se une para apoyar el potencial del producto que luego tendrá éxito en el mercado», concluye el consultor.
Al igual que en las empresas, el concepto de compartir caló en la gente, en la sociedad. Así nacieron nuevos negocios basados en esta filosofía. «¿Necesitas comprar un coche si solo lo usas unas pocas veces al mes?», se pregunta Cornellá y se preguntaron los creadores de SocialCar, red social donde los particulares alquilan sus coches. O Zilok, donde se puede alquilar aquella herramienta costosa que se compró y no volvió a utilizar. El mundo que viene dice que no se puede tener de todo. «La clase media, para sobrevivir, estará obliga a compartir los recursos», sentencia. En la base de esta realidad está la necesidad innovar.
-Pero la empresa española no destaca en este terreno...
-No es cierto: cada vez hay más empresas que innovan. Quizá, mirando solo la media, el país no salga muy bien parado. Pero debemos de dejar de preocuparnos por la media y remarcar lo que sobresale.
Éste, la innovación, es el camino para avanzar ahora más que nunca. «La crisis resulta maravillosa porque obliga a repensarlo todo».