Goirigolzarri se rodea de antiguos colaboradores

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, se refuerza en el grupo con el fichaje de dos exdirectivos de BBVA, el grupo bancario del que fue consejero delegado. José Sevilla y Antonio Ortega se suman al actual consejero delegado de la entidad, Francisco Verdú. Los tres tendrán el mismo nivel de responsabilidad al frente de cada una de las tres nuevas áreas organizativas del banco.

Bankia ha explicado, en un comunicado dirigido a la CNMV, que su consejo de administración aprobó ayer el diseño de esta nueva estructura, que busca ser más eficiente. En el nuevo esquema, el consejero delegado de Bankia, Francisco Verdú, elegido por el anterior presidente -Rodrigo Rato-, se mantiene en el grupo, donde asumirá la dirección de las redes comerciales de particulares y de los negocios mayoristas.

José Sevilla, excompañero de Goirigolzarri en BBVA se hará cargo de las responsabilidades en las áreas financiera, de riesgos, participadas y presidencia. Se trata de un área de nueva creación cuyo objetivo consiste en reforzar la rentabilidad del balance «como elemento esencial para una mayor creación de valor para el accionista». Sevilla es licenciado en Económicas y Empresariales por CUNEF, exmiembro del comité de dirección de BBVA y director general de riesgos del grupo entre 2006 y 2009. También trabajó en Merrill Lynch y FG Inversiones Bursátiles, fundada por el actual presidente de BBVA, Francisco González.

Finalmente, Antonio Ortega, que fue director general de recursos humanos y de calidad en BBVA entre 2001 a 2003, asumirá en Bankia la dirección general de Personas, Medios y Tecnología, área de nueva creación con la que se persigue impulsar la eficiencia en la organización y el mejor aprovechamiento de los recursos.

Por otra parte, el consejo de Bankia acordó el nombramiento de Araceli Mora Enguidanos como presidenta de la comisión delegada de Riesgos. Ocupará la vacante de José Manuel Fernández Norniella. En una carta dirigida a los empleados, Goirigolzarri reconoce que Bankia se enfrenta a grandes retos para ser una entidad «consolidada, eficiente, sólida y rentable» pero añade que es una entidad solvente y que «saldrá adelante y continuará jugando un papel primordial en el sector bancario español».