El 15M despide su aniversario con una gran cacerolada en Sol
La Policía detuvo a 28 personas durante las cuatro jornadas de actividades que han celebrado los 'indignados' en Madrid
MADRID. Actualizado: GuardarUna cacerolada masiva, una asamblea general y un último grito mudo pusieron ayer fin a los cuatro días de concentraciones, talleres y asambleas que el 15M ha convocado para celebrar el primer aniversario del movimiento. Pese a que, durante gran parte de la jornada, los actos organizados en la Puerta del Sol y en las plazas aledañas habían registrado un nivel más bien bajo de participación -apenas cientos de personas acudieron a las asambleas temáticas-, a media tarde la plaza del 'kilómetro cero' empezó a recordar lo que significa que miles de personas salgan a la calle para reivindicar cambios sociales, políticos y económicos. Armados con cacerolas y cucharones, miles de 'indignados' comenzaron a hacer un ruido ensordecedor.
Tras la primera de las dos caceroladas, hubo otra a medianoche tras el grito mudo, arrancó una asamblea general que dio lectura a las propuestas más reiteradas durante las diferentes reuniones que han tenido a lo largo del año. Entre las reivindicaciones más comentadas salió la necesidad de mantener una Educación y Sanidad públicas, la petición de mayor transparencia a la clase política, el derecho a una vivienda digna y un largo rosario de propuestas.
A lo largo de estos días ha habido tres concentraciones nocturnas y otros tantos desalojos. La Delegación del Gobierno en Madrid no ha dado tregua al 15M. Durante la madrugada del martes, la Policía volvió a actuar en Sol e inmediaciones, y detuvo a ocho personas por resistencia y desobediencia a la autoridad.
La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, respaldó ayer la actuación policial a lo largo de las cuatro jornadas. Tras señalar que se analizarán todos y cada uno de los desalojos, grabados en vídeo por la propia Policía, Cifuentes descartó que haya habido «agresiones», como denunciaron algunos detenidos, y destacó que cada intervención ha sido «absolutamente mesurada, ha estado dentro de la normalidad y no ha requerido carga policial de ningún tipo ni se ha tenido que utilizar la violencia».
Tras caldear el ambiente durante los días previos al inicio de las protestas -Cifuentes aseguró que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se iban a encargar de que se cumplieran los horarios autorizados para las concentraciones, que no podrían sobrepasar las 22 horas-, la delegada del Gobierno cambió ayer el paso y felicitó a las miles de personas que participaron en las movilizaciones por su comportamiento «absolutamente cívico y ejemplar».
La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, también defendió también la actuación policial. «Se ha hecho lo que se tenía que hacer. La ley está para cumplirla», explicó.