Fuego y caos en la fiesta de Williams

La fiesta de la escudería Williams terminó en crónica de sucesos. Una hora después de la conclusión de la carrera, el circuito de Montmeló se llenó de un humo denso que se propagó de taller en taller. Un escape en un tanque de gasolina provocó fuego en el garaje número 37, donde estaba estacionado el coche del brasileño Bruno Senna, el compañero del ganador ayer, Pastor Maldonado. La explosión se produjo a consecuencia de alguna chispa en la cisterna y el caos fue instantáneo.

El mecánico de Williams que manipulaba el tanque resultó herido con quemaduras en brazos y piernas y fue trasladado al Hospital Valle de Hebrón en helicóptero. La humareda generó intoxicaciones por inhalación entre varios empleados de Williams, que trataron de apagar el fuego con los extintores.

El humo se propagó hacia los garajes cercanos, Toro Rosso -situado a la izquierda del Williams- y el Caterham -ubicado a la derecha-. Escenas nunca vista en el 'paddock' de la F-1: coches de bomberos a toda velocidad, agentes de policía acordonando la zona y servicios sanitarios con ambulancias para auxiliar a los heridos.

En total, 16 personas sufrieron daños. Seis fueron evacuadas a los hospitales cercanos, Granollers, Hospital General de Cataluña y Clínica Teknon, y el resto fueron atendidos por los servicios médicos del circuito.

La zona de 'boxes' fue cerrada por la Policía y del interior de los garajes surgieron empleados con mascarillas de humo para evitar la intoxicación. La mayoría de los pilotos y del personal de los equipos se protegieron en los campamentos cerrados para no exponerse a la humareda.