La Reina mantiene su viaje a Londres pese al 'choque' por Gibraltar
El Gobierno expresa una leve queja al embajador del Reino Unido por la próxima visita del conde de Wessex al Peñón
MADRID. Actualizado: GuardarLa Reina mantendrá su viaje a Londres para participar en el almuerzo que ofrecerá Isabel II con motivo del 60 aniversario de su coronación, a pesar del malestar que ya ha trasladado el Gobierno al Reino Unido por la próxima visita del príncipe Eduardo de Inglaterra a Gibraltar. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, respaldó ayer esta decisión con el argumento de que la visita de doña Sofía tiene un carácter «absolutamente privado» y no oficial.
La visita que los condes de Wessex tienen previsto realizar al Peñón, entre el 11 y el 13 de junio, se inscribe también dentro de las celebraciones organizadas para conmemorar también el jubileo de la reina de Inglaterra. Y, como suele ser habitual cada vez que un miembro de la Casa Real británica visita la colonia, ha provocado ya la protesta formal del Ejecutivo español.
Exteriores llamó este martes al embajador del Reino Unido en Madrid, Giles Paxman, para dejar constancia de la nula simpatía, e incluso el «disgusto», con el que ha sido recibido el anuncio de este viaje, realizado apenas un día antes. Según informó ayer en un escueto comunicado el Ministerio, el encargado de trasladar el mensaje fue el director general de Política Exterior para Europa, Santiago Cabanas.
En la misma nota se matiza, en todo caso, que ese fue solo uno de los temas abordados en la reunión. De hecho, el Ejecutivo tampoco ha querido hacer excesivo ruido con este asunto y el propio García-Margallo se mostró esquivo por la mañana -antes de que desde la oficina diplomática se informara de que ya había habido un protesta- a la hora de hacer una manifestación explícita. «Hay que hablar con mucha gente antes de hacer ninguna declaración sobre ese tema», se escudó a la salida de un desayuno informativo.
Queja tradicional
Los viajes de distintos miembros de la monarquía británica a un territorio sobre el que España y Reino Unido mantienen un contencioso que dura ya tres siglos siempre han tenido respuesta de España. Ocurrió en 2009 cuando la princesa Ana se desplazó al Peñón para inaugurar una clínica militar que llevaba su nombre, el Princess Royal Medical Centre; también en 2004, cuando la misma princesa acudió a las celebraciones del tercer centenario de Gibralar como colonia británica, y en 2001 cuando tuvo lugar el último desplazamiento del hijo pequeño de la Reina de Inglaterra.
En esta ocasión, se ha querido evitar la polémica dado que, en principio, los Reyes tenían previsto responder a la invitación de Isabel II y asistir en Londres al almuerzo que ofrecerá a miembros de monarquías de todo el mundo en el Palacio de Windsor el viernes de la próxima semana.
Finalmente, doña Sofía viajará sola, según informaron en la Zarzuela, porque el Rey aún debe recuperarse de la operación de cadera realizada tras su accidente en Botsuana. En todo caso, la Reina no hará la ronda completa y no tiene previsto asistir a la posterior cena que han organizado el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, Camila Parker Bowles, en el Palacio de Buckingham.
El ministro de Exteriores, que tuvo que volver a pronunciarse sobre este asunto por la tarde, poco antes de comparecer en comisión en el Senado, tiró de nuevo balones fuera e insistió en que, dado que el viaje de la Reina no se puede considerarse de Estado, «el Gobierno tiene pocas cosas que decir».