El Eurogrupo reclama una auditoría externa de la banca
Los socios aguardan el lunes detalladas explicaciones del ministro De Guindos sobre los planes del Ejecutivo
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl ministro de Economía, Luis de Guindos, se enfrentará el lunes a una exigente reunión del Eurogrupo. Los integrantes de la moneda única aguardan pormenorizadas explicaciones sobre los avances para controlar el gasto de las comunidades y el estado de la banca española. En este segundo aspecto, los socios quieren que el Gobierno de Mariano Rajoy despeje definitivamente las dudas de los mercados con una auditoría independiente sobre la situación de sus balances. La preocupación de la UE, exteriorizada ayer por un alto cargo comunitario, se refleja también en las formas. Las dificultades de España figuran en la agenda del día junto a Portugal e Irlanda, dos de los países rescatados.
El Eurogrupo, que a lo largo de la crisis ha cobrado cada vez más peso como gobierno económico del bloque, tiene claras las preguntas que deberá responder De Guindos. Con los mercados inmersos en una montaña rusa y la prima de riesgo en máximos anuales, el titular de Economía tendrá que detallar los planes para sanear el sector financiero tras la precipitada nacionalización de Bankia. En Bruselas se repite especialmente la palabra transparencia. Según fuentes comunitarias, los socios reclaman un análisis externo del estado de la banca y una recapitalización que cierre el agujero provocado por el ladrillo.
Sintonía con el BCE
Los miembros del euro no se conformarán con una exposición sucinta. Quieren escuchar una estrategia «global», pero también cuestiones tan precisas como la previsión para los próximos dos años de la depreciación que puedan sufrir los activos inmobiliarios. A su vez, se da por descontado un relato de lo sucedido con Bankia y los planes que maneja el Gobierno. La moneda única considera que el Ejecutivo, que hoy presentará una nueva vuelta de tuerca a la reforma del sector, deberá imponer «un aumento muy considerable» de las provisiones. Así, se espera que España afronte finalmente un problema que la mayoría de los socios solventaron tras el crash de 2008.
La preocupación por la debilidad de la banca española no solo mantiene en jaque a la Eurozona. El consejero alemán del BCE, Jörg Asmussen, también evidenció ayer su inquietud. En una entrevista con el diario Handelsblatt, insistió en la necesidad de una «evaluación independiente» del sector. Y deletreó la estrategia que debería seguir el Gobierno. A su juicio, las auditorías son el primer paso para generar «certidumbre» entre los inversores. A continuación y respetando el «orden» para evitar sobresaltos, se puede estudiar la creación de «un 'banco malo' único para segregar los componentes tóxicos».
El responsable del BCE, antigua mano derecha del ministro de Finanzas alemán, pasó de puntillas por otro debate avivado esta semana con la nacionalización de Bankia. ¿Necesitará España ayuda del fondo de rescate para salvar a sus bancos? Se limitó a explicar que el supervisor del euro siempre ha defendido que el mecanismo de emergencia comunitario pueda prestar dinero directamente a las entidades, opción reservada exclusivamente a los países. La otra incógnita que flota en los medios internacionales es si España puede acabar como Irlanda. El malogrado tigre celta se vio obligado a pedir auxilio por el desplome de su banca, dañada también por el 'ladrillazo'.
La UE lleva semanas mostrando su confianza en el Gobierno de Rajoy, pero el examen de De Guindos en el Eurogrupo revela que se ha extremado la vigilancia. La situación española, además, se tratará dentro del orden del día junto al seguimiento habitual de Irlanda y Portugal. Grecia, desde casi el inicio de la crisis, se considera caso aparte. Los socios siempre han mirado muy de cerca a España e Italia, pero los esfuerzos de Mario Monti han logrado alejar a su país de la zona de máximo riesgo. En la capital comunitaria, el tratamiento especial de la economía española se justifica sin reservas porque «sería insensato cerrar lo ojos ante los problemas».
España, junto a la complicada situación en Grecia, será uno de los puntos centrales de la cita del lunes, pero hoy también acaparará protagonismo en Bruselas. La Comisión presentará sus previsiones de primavera, estimaciones en la que se analizará por primera vez el impacto de los ajustes de Rajoy.