Tribuna

Desplome del acceso al empleo

CATEDRÁTICA DE ECONOMÍA UPV/EHU E INVESTIGADORA DE FEDEA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al recibir los últimos datos de la EPA, el dato del desempleo fue demoledor: un aumento de 366.000 personas desempleadas en este trimestre. En el Observatorio Laboral de la Crisis que dirijo desde FEDEA, analizamos las transiciones de empleo-desempleo y de desempleo-empleo de los trabajadores. Al comenzar a calcular los porcentajes de trabajadores que han realizado ambos tipos de transiciones en este trimestre, es decir aquellos que han perdido su empleo, así como aquellos desempleados que han encontrado un empleo, observamos un elemento diferenciador muy perturbador con respecto a trimestres anteriores: el acceso a un empleo desde el desempleo ha sufrido un desplome sustancial. Desde el 2009 que realizamos trimestralmente este observatorio, los porcentajes de acceso del desempleo al empleo no habían bajado nunca del 20%, es decir, de cada 100 desempleados en el trimestre anterior al menos observábamos que 20 accedían a un empleo en cada trimestre. El porcentaje de acceso al empleo desde el desempleo en este trimestre ha disminuido hasta el 15%. Curiosamente, este cambio tan brusco es específico del acceso al empleo, dado que al mirar el porcentaje de empleados que han entrado en el desempleo en este trimestre, éstos se mantienen más o menos en magnitudes parecidas a la de trimestres anteriores -alrededor del 5% (es decir, de cada 100 empleados, 5 pierden su empleo en cada trimestre).

Estos datos nos ofrecen una información muy relevante que los datos estáticos de la EPA no permiten conocer, que es que el impresionante aumento en el desempleo que hemos sufrido en este trimestre se debe no tanto a que muchos más trabajadores han perdido su empleo y están ahora parados, sino más bien a que muchos menos trabajadores parados han podido acceder a un nuevo empleo.

De hecho, las cifras absolutas según nuestro Observatorio Laboral de la Crisis son reveladoras: 894.610 trabajadores que estaban empleados en el cuarto trimestre de 2011 se han convertido en desempleados en el primer trimestre de 2012, mientras que 696.900 trabajadores parados en el trimestre anterior han encontrado un empleo en este trimestre. Si comparamos estas cifras con las del mismo trimestre de 2011, las diferencias entre estas dos transiciones (pérdida y acceso) fueron mucho menores: 775.858 trabajadores realizaron la transición empleo-desempleo mientras que 790.328 parados encontraron un empleo.

Por tanto, estamos ante un verdadero parón de la actividad económica, que no sólo continúa destruyendo empleo, sino que además, no genera las condiciones necesarias para una mínima creación de actividad que sea generadora de empleo neto.

A pesar de esta exigua tasa de acceso al empleo, nos encontramos con que casi 700.000 parados han encontrado un empleo en este trimestre. Tratemos de caracterizar dos aspectos, en primer lugar, qué sectores son los que mayoritariamente han absorbido este acceso al empleo, y en segundo lugar, a qué ocupaciones se han dirigido estos trabajadores.

En cuanto a los sectores, el 68% del acceso al empleo lo absorbe el sector Servicios, y el restante 32% se lo reparten Agricultura, Industria y Construcción casi por igual. Pero detengámonos por un momento en las actividades del sector Servicios que están generando estos accesos al empleo. Son, por orden de importancia relativa en el total de los sectores, las siguientes: Comercio al por mayor y por menor (25%), Administración Pública, Educación y Sanidad (15%), Otros Servicios (13%), Intermediación Financiera, seguros y actividades inmobiliarias (9%), y finalmente, Transporte y almacenamiento (7%).

Con respecto a las ocupaciones que están absorbiendo estos accesos al empleo, los trabajadores no cualificados (en ocupaciones manuales y no manuales) absorben el 60% de los mismos (unos 245.000 trabajadores manuales y 170.000 no manuales). El 40% restante accede a ocupaciones cualificadas, de las cuales el 18% son manuales y el 23% restante no manuales.

En resumen, el acceso al empleo es exiguo y se dirige mayoritariamente a ocupaciones no cualificadas y hacia actividades relacionadas bien con el comercio o con servicios del sector público.

La cosa no pinta bien, sinceramente. Como decía el peluquero de un amigo mío, es malo que el pelo se caiga, pero lo peor es que no vuelva a crecer.