La reina Isabel II, en el carruaje que la llevó al Parlamento desde Buckingham. :: ANDY RAIN / EFE
MUNDO

Isabel II presenta un programa gubernamental con duras reformas

El Ejecutivo de David Cameron pretende cambiar la forma de elección de los miembros de la Cámara de los Lores

LONDRES. Actualizado: Guardar
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El Gobierno británico presentó ayer un programa legislativo para el curso parlamentario más breve que en los dos años precedentes, con quince proyectos de ley y cuatro borradores. Lo leyó Isabel II en la ceremonia anual del Discurso de la Reina, ante los diputados de los Comunes, Lores, embajadores y otros dignatarios, en la Cámara alta.

El Gobierno de coalición acometerá reformas complejas en el sector bancario, en los mercados de la electricidad y del agua, en las magistraturas laborales y en la asistencia a la vejez. También creará un banco para la inversión verde y una agencia nacional de persecución del crimen que en estos momentos no existe en la estructura regional de la Policía.

¿Fue la última ceremonia que se celebra en una Cámara de los Lores en la que sus miembros son designados, han heredado títulos o son obispos de la Iglesia de Inglaterra? Parece improbable, aunque el programa incluye la promesa de presentar un borrador de reforma y el Gobierno ha añadido que en él incluirá una propuesta de avanzar gradualmente hacia una Cámara elegida.

Cuando el responsable de la seguridad en el Parlamento, que recibe el nombre de 'Vara Negra', llamó con ella a la puerta de los Comunes y, tras su apertura, invitó a los diputados a acudir a la de los Lores para escuchar a la reina, el laborista Dennis Skinner, célebre por su rechazo anual a la Corona y por no acudir a la Cámara alta, le espetó: «Jubileo real y recesión con doble caída. Vaya comienzo».

El debate sobre el programa legislativo comenzó en los Comunes con agrios intercambios entre Gobierno y oposición. El primer ministro, David Cameron, lo presentó como un conjunto de medidas de largo plazo necesario «para restaurar la fuerza de nuestro país» y dirigido a «quienes trabajan duramente». El líder laborista, Ed Miliband, en cambio, le replicó con dureza: «No hay cambio, no hay esperanza. Ese es el auténtico mensaje de este Discurso de la Reina».