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Dos espantadas consecutivas
El exvicepresidente económico en la etapa de Aznar anunció en junio de 2007 su abandono anticipado de la gerencia del FMI Rodrigo Rato Presidente saliente de Bankia
VITORIA. Actualizado: GuardarA finales de 2009, en un momento ya crítico para el sistema financiero, y en particular para las cajas de ahorro, el consenso entre las 'familias' del PP, y el directo apoyo de la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, abrieron la puerta a Rodrigo Rato para acceder a la presidencia de Caja Madrid a finales de 2009. Vendría después la fusión con otras seis entidades, y el nacimiento de Bankia. El exvicepresidente del Gobierno se postuló a ejercer directamente el oficio de banquero tras una breve etapa en la que ejerció labores de intermediación en el banco Lazard, o de consultoría en Criteria (hoy CaixaBank) y el Santander, y en la que acreditó la bondad de sus contactos en el mundo de los negocios financieros.
Caja Madrid permitió a Rato el retorno a la vida pública en España. Político de raza, había atesorado un gran prestigio en la Vicepresidencia Económica del Gobierno durante el mandato de José María Aznar porque, navegando con viento de cola, lideró la década prodigiosa de España marcada por la expansión del Producto Interior Bruto, una fuerte creación de empleo y el superávit presupuestario. Pero, cuando ya contaba 55 años, el dirigente sufrió el descarte para la sucesión de su líder y amigo, que, contra muchos pronósticos, optó por Mariano Rajoy para ponerle al frente del PP, y le dejó al margen de la que fue la gran aspiración de su vida, disputar la Presidencia del Ejecutivo.
Antes de Bankia, Rato había accedido a la Gerencia del Fondo Monetario Internacional, uno de los puestos de mayor prestigio del mundo nunca conquistado por un español en las instituciones económicas globales. Tras anunciar la continuidad en el proceso de reformas del FMI, comunicó su salida anticipada en junio de 2007, que sería efectiva en octubre. Entre esos dos meses arrancó la mayor crisis financiera que ha conocido el mundo desde la II Guerra Mundial. Rato se fue alegando causas «personales y familiares» que nunca precisó. ¿Tenía alguna pista de lo que se avecinaba? De no ser así, parece claro que el FMI no cumplía el papel de observatorio de la estabilidad mundial en la medida en que hubiera sido deseable.
Presión
Ya al frente de Bankia, Rodrigo Rato ha tenido que negociar la estrategia de la entidad no solo con el Banco de España, sino también con uno de sus antiguos y estrechos colaboradores, Luis de Guindos, que fue secretario de Estado durante su etapa de vicepresidente del Gobierno y actualmente desempeña la cartera de Economía. Presionado por los mercados, De Guindos ha marcado estrechamente el terreno a las instituciones que, como Bankia, han recibido ayudas públicas.
Rato vio cortada sustancialmente su remuneración personal, desde los iniciales 2,34 millones de euros anuales, hasta un máximo de 600.000 euros. Esta última cifra determina también su eventual indemnización, limitada a un tope de dos anualidades por la vigente reforma laboral. Finalmente, su defensa a ultranza de mantener una trayectoria independiente, evitando que Bankia cayera en manos de un socio más poderoso, le ha llevado a presentar la carta de renuncia.
Trayectoria política
Rodrigo Rato nació en Madrid el 18 de marzo de 1949 en una familia de reconocida tradición empresarial. Licenciado en Derecho, hizo un master en Administración de Empresas por la Universidad de Berkeley. Tras iniciar su andadura política en Alianza Popular, se integró en el PP, donde su formación económica y su condición de liberal convencido le permitieron ejercer de 'punto de encuentro' entre los radicales y los partidarios de las reformas graduales. Íntimo colaborador de Aznar, también ocupó cargos de relevancia en el partido, del que recibió encargos de especial responsabilidad, como el 'viaje al centro' o la búsqueda del entendimiento con las formaciones nacionalistas. La primera entrevista entre Aznar y Jordi Pujol tuvo lugar en su casa de campo de Carabaña, una localidad cercana a Madrid.
El divorcio de Rato le distanció personalmente del matrimonio Aznar porque su exmujer, Ángeles (Gela) Alarcó, que acaba de ser nombrada presidenta de Paradores Nacionales, es íntima amiga de Ana Botella, esposa del anterior jefe del Gobierno y hoy alcaldesa de Madrid. El ya expresidente de Bankia practica yoga, es amante de la fiesta de los toros y también de la buena música, cualquiera que sea su estilo.