La almadraba de Barbate, en plena faena, durante la campaña del año pasado que tampoco arrojó buenos datos para los productores. :: ÓSCAR CHAMORRO
Janda

Critican la falta de respuesta del Gobierno para engordar atunes

Las almadrabas aseguran que pese a la insistencia del sector, se ha llegado al inicio de la campaña sin que se hayan resuelto los trámites necesarios

BARBATE. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Organización de Productores Pesqueros (OPP) de Almadraba lamentó ayer que, pese a la «previsión e insistencia» del sector, el Gobierno no haya «agilizado» los trámites necesarios para que las almadrabas de Zahara, Tarifa y Conil puedan engordar atunes, tal y como están solicitando desde enero. Critica que los empresarios han hecho una importante inversión «sin recibir ningún tipo de ayuda» y, sin embargo, «siguen esperando» una respuesta con la campaña ya iniciada.

La directora gerente de la OPP de Almadraba, Marta Crespo, explicó que el objetivo de esta iniciativa, que ya se hizo «con éxito» el año pasado en Barbate, es mejorar la rentabilidad de las capturas aumentando su tamaño, ya que los túnidos serían alimentados en jaulas de engorde anexas a la almadraba. Al aumentar su tamaño también se incrementa su valor en el mercado, dotando al sector de una herramienta para compensar la cuota «insignificante» -657 toneladas para las cuatro almadrabas gaditanas- que resulta de un «injusto» reparto de las mismas y que pone «trabas» a la supervivencia del sector.

Concretamente, solicitaron a la Secretaría General del Mar del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, la autorización para engordar hasta un máximo de 300 toneladas. La OPP ha tenido que insistir al Ejecutivo, puesto que su resolución depende del visto bueno de la Comisión Europea y de la inscripción de las nuevas jaulas de engorde en el registro de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT).

En este sentido, aseguran que tendrían que haber apresurado los trámites en lo posible, máxime cuando se conoce de antemano la fecha aproximada de inicio de la campaña almadrabera. Así las cosas, se está demorando la presentación del proyecto a la Junta de Andalucía, que, al tener las competencias en la materia, tendría que dar a las almadrabas el último permiso de granja acuícola.

Crespo apuntó que, aunque supone una innovación para estas almadrabas, se trata de pasos que administrativamente ya están dados. De hecho, estas granjas son habituales en el Mediterráneo y cuentan con un precedente el año pasado en la almadraba barbateña. Es por ello por lo que reprochan a la Administración «cierta dejación» que les deja «prácticamente fuera de juego en esta campaña», impidiendo que los empresarios puedan sacar rendimiento a su inversión.

«Se ha invertido dinero e ilusión» en una nueva actividad que, además, permitiría generar empleo. A esto, Crespo añadió: «El método no es dañino para la especie, ya que la almadraba pesca lo mismo y lo que hace es demorar un poco la captura de algunos ejemplares para que aumenten de peso», apostilló al respecto.