El neocatalanismo del PP

El congreso de la «refundación» del PP de Cataluña ha tenido como novedad un cambio en la imagen corporativa del partido, que ha incorporado una 'senyera' a su logotipo, situada bajo las siglas, y ha catalanizado la denominación de la formación. A partir de ahora ya no es el Partido Popular de Catalunya, sino que ahora es el PP Català. Aunque la presencia de la bandera catalana en el logotipo no es nueva, ya estaba integrada cuando presidió el partido el exministro Josep Piqué, y es similar al caso del PP andaluz, por ejemplo, sí que es un intento de aumentar la proximidad de los populares con los ciudadanos de Cataluña.

Y es que, el PPC, a pesar del avance que experimentó en las pasadas elecciones locales y generales, aún es un partido marginal en la Cataluña que está más allá del área metropolitana de Barcelona y de las otras tres capitales de provincia. Con la catalanización de su imagen, los populares pretenden abrir mercado y que los ciudadanos perciban que la prioridad de la formación son los catalanes, frente a la imagen que muchas veces ha arrastrado el partido de que era una mera sucursal de Madrid y no defendía los intereses y las señas de identidad catalanas.

Lo expresó Camacho de forma clara en su discurso ante los congresistas. «Estamos lejos de la implantación territorial. Uno de nuestros objetivos debe ser crecer en todo el territorio», dijo la reelegida presidenta de los populares de Cataluña.

Quiere hacerlo porque cree que lo más difícil ya está hecho, esto es, que «por primera vez se han unido las dos almas (la catalanista y la españolista) del partido», dos familias que convivían con dificultad en el partido. «Estamos orgullosos de ser españoles y catalanes», señaló la líder del PP.

Y concluyó con un deseo: ser la primera presidenta de la Generalitat de Cataluña de la historia.