El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ayer, en Barcelona. :: ALBERT OLIVÉ / EFE
Economia

Ladrillo fuera

De Guindos anuncia que «en próximos días o semanas» se concretará la medida para aumentar la confianza en el sector financiero El Gobierno ultima la norma de las sociedades que sacarán los activos inmobiliarios de los balances bancarios

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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La recuperación del crédito es vital para relanzar una economía en fuerte declive como la española, y restaurar la confianza en el sector financiero resulta imprescindible para superar la actual fase de la crisis de la deuda. Para alcanzar estos fines el Gobierno promoverá la constitución de sociedades inmobiliarias a las que las entidades financieras puedan traspasar voluntariamente los préstamos no recuperables, las viviendas y el suelo adjudicados por impago y aquellos otros activos inmobiliarios a cuya propiedad han accedido tras reclamar por vía judicial el importe de los correspondientes créditos. Las reglas de juego se definirán «en los próximos días o semanas», adelantó el ministro de Economía, Luis de Guindos, tras pronunciar una conferencia en la escuela de negocios Esade de Barcelona. Para acceder a esta posibilidad, los bancos tendrán que haber cumplido las últimas exigencias de saneamiento.

Ni hablar de 'banco malo', ha reiterado el presidente del Gobierno Mariano Rajoy. El jefe del Ejecutivo se permite descartar el término porque estas sociedades no tendrían ficha bancaria. Para el presidente de Bankia, Rodrigo Rato, la fórmula de disociar activos inmobiliarios puede resultar útil, porque mientras los ciclos de provisiones bancarias son cortos, la recuperación del sector «va a ser larga». «La discusión está ahora en cómo se financia», dijo el ex vicepresidente económico, poniendo el dedo en la llaga. Estas son las principales cuestiones.

¿Qué se persigue con esta iniciativa? Se trata de «liberar capital y de que los bancos se dediquen a sus propios negocios», según De Guindos. No será fácil que puedan obtener liquidez adicional a cambio de sus activos problemáticos (viviendas de difícil colocación, promociones a medio realizar, suelo de escaso o ningún valor) pero al menos los perderán de vista. Más importancia reviste que puedan sacarlos de sus balances, que lucirán más limpios.

¿De qué importes estamos hablando? A 31 de diciembre pasado -y la situación se ha seguido deteriorando desde entonces- los créditos dudosos, adjudicados y bajo vigilancia por su alto riesgo que bancos y cajas mantenían en el ámbito inmobiliario ascendían a 184.000 millones, mientras el importe total del crédito inmobiliario ronda los 308.000 millones. Es decir, que la proporción de 'ladrillo tóxico' está en el 60%.

¿En qué consiste el 'banco malo'? En el arranque de la crisis financiera, Jeremy Bulow y Paul Kemplerer idearon que los reguladores pudieran obligar a un banco en apuros a fracturarse en dos. La parte buena se quedaría con los activos y pasivos selectos y podría seguir funcionando a pleno rendimiento, porque su colchón de capital le permitiría seguir prestando a los clientes solventes. La parte mala, dueña de los préstamos dudosos, tendría como principal atributo la propiedad del banco bueno. Un modelo parecido se ha utilizado, salvadas las distancias, en BFA-Bankia y La Caixa-CaixaBank.

¿Qué cambia en los actuales planteamientos? Los planes establecen que diversas sociedades se hagan con los activos inmobiliarios problemáticos. Los bancos no alcanzarían un 20% de participación, de manera que no se verían obligados a consolidar (incorporar) estas sociedades en los balances de sus grupos. Pero habría que tasar los activos aportados. Si acercar el valor al mercado supone aplicar un importante descuento, el banco o caja tendrá que contabilizar la diferencia como pérdida.

¿Acaso las últimas exigencias de saneamientos no eran suficientes? El Ministerio de Economía ha impuesto que la cobertura de los activos pase del 29% al 53% en promedio. En la vivienda terminada ha de quedar en el 35%, en las promociones se debe subir del 28% al 65% y en el suelo, del 33% al 80%. Según el Banco de España, a la vista del porcentaje de crédito concedido respecto al valor del activo, esas cuotas serían suficientes para hacer frente a pérdidas de 82% en el valor inicial del suelo y del 87% en las promociones en curso. Pero la desconfianza de los mercados no se ha superado.

¿Se obligará a los bancos a transferir sus inmuebles? El ministro de Economía ha adelantado que la medida tiene carácter voluntario y que cada banco podrá crear su propio vehículo.

¿Quién paga la factura? El modelo alemán que inspiró la idea del banco malo era voluntario, y en él se constituyen entidades autónomas para cada banco. Una oficina federal les proporciona, a cambio de los activos dañados, la misma cantidad por la que están en sus balances a condición de que den préstamos. El irlandés, con fuerte recurso a los fondos públicos, arruinó el Presupuesto del Estado. En España se ha mencionado que las sociedades inmobiliarias puedan emitir deuda con aval del Estado y retribuyan con ella las aportaciones de activos tóxicos.

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El Gobierno cree que arruinaría la reputación de España.