Degüella a sus padres en un arrebato y luego intenta suicidarse
El joven de 26 años, con problemas psiquiátricos y licenciado en tres carreras, vivía y cuidaba de sus progenitores en Alcorcón
ALCORCÓN. Actualizado: GuardarUn hombre de 26 años mató ayer por la tarde a sus padres en Alcorcón (Madrid), tras lo que fue detenido después de arrojarse por el balcón de la vivienda. El crimen ocurrió sobre las tres de la tarde en un domicilio de la calle Sierra de Alcubierre número 6, en el que el joven, Miguel P. F., supuestamente ha matado a su padre, José María P. B., de 74 años, y a su madre, María F. S., de 69, y a continuación se tiró por el balcón de la vivienda, sufriendo únicamente contusiones al tratarse de un primer piso. Los dos cadáveres presentaban heridas muy profundas de arma blanca en el cuello y había evidencias de que habían perdido mucha sangre, según detalló Emergencias Comunidad de Madrid 112. La Policía está investigando las circunstancias concretas del crimen.
El presunto asesino, de 26 años, estaba en tratamiento psiquiátrico, y no se tiene constancia de que hubiera protagonizado ningún incidente con anterioridad. Además, el joven había estudiado tres carreras y solía cuidar a sus progenitores, que tenían problemas de salud.
Con los progenitores y el presunto parricida, vivía un hermano mayor que no se encontraba en el piso en el momento de los hechos. «En unos minutos pasa lo que nunca debe de pasar», apuntó nada más llegar al domicilio familiar. Otros familiares explicaron a Efe que Miguel, que es el menor de los tres hijos del matrimonio fallecido, «era muy nervioso» y últimamente lo estaba aún más.
Los vecinos del barrio se mostraron sorprendidos por el suceso, ya que se trata de un joven al que veían cuidar a sus padres, originarios de un pueblo de Cuenca, sacándoles a pasear por las tardes a un parque cercano. La madre había sido operada de la cadera y el padre sufría una demencia senil por la que estaba en silla de ruedas y no percibía bien lo que ocurría a su alrededor. El dueño de un bar que hay en el bajo del edificio en el que han ocurrido los hechos, José Antonio Pérez, relató que Miguel solía sacar a pasear a su padre acompañado por su madre a diario, por lo que le parecía «una muy buena persona» conocida por todo el barrio porque lleva muchos años viviendo en él, aunque no tenía mucha confianza con nadie.
«Lo que le pasaría es que querría acabar con toda su vida» de sacrificio y dedicación a sus padres, opinó José Antonio, que consideró que el presunto parricida «no hubiera querido matar a nadie aposta». Al igual que otros vecinos, el dueño del bar 'Antoine' se mostró asombrado por lo ocurrido y ha destacado que el joven había estudiado tres carreras y se decía que era «el empollón de la clase».