La Bolsa regresa a lo peor de la crisis, arrastrada por la aversión a los bancos
Un aluvión de malos datos económicos y las dudas sobre el ladrillo más 'tóxico' hundieron al Ibex, que cayó un 2,5%
Actualizado: GuardarA perro flaco, todo son pulgas. La Bolsa no levanta cabeza -en lo que va de año ha perdido un 20% de su valor- y ayer vivió otra jornada de infarto. Una evidente aversión a la banca española, unida a un aluvión de pésimos datos macroeconómicos a ambos lados del Atlántico, hicieron que el Ibex perdiera al cierre un 2,55%, regresando a mínimos de marzo de 2009, cuando la crisis presentaba su peor cara. De hecho, el selectivo, que acabó el día en 6.831 puntos -el peor dato de este año-, coqueteó a lo largo de la mañana con los más bajos registros desde el año 2003, con derrumbes por encima del 3%.
La desconfianza de los inversores hacia España fue patente también en el mercado de renta fija, donde la prima de riesgo se disparó hasta los 425 puntos básicos, cuando la víspera concluyó en los 411, mientras Alemania se convertía, una vez más, en el refugio de los compradores de deuda pública europea.
De poco sirvió el arranque al alza del Ibex, empujado por el cierre en positivo de la víspera en Wall Street. La tormenta estaba a punto de desasatarse. Muy pronto, la banca en pleno empezó a desplomarse, mientras Luis de Guindos y sus colegas del Ecofin trataban en Bruselas de pactar un nuevo marco de exigencias de capital para las entidades financieras del Viejo Continente. Las enormes dudas sobre el modo -aún no aclarado por el Gobierno de Mariano Rajoy- en que el ladrillo más 'tóxico' sea desgajado de los balances de los bancos y permita así el flujo del crédito, pesaron en la cotización de todos los bancos.
Alguno, como el Popular, llegó a perder a lo largo de la jornada más de un 6%. Y es que el sector atesora unos 170.000 millones de euros en activos problemáticos, y nadie tiene claro cómo o quién va a pagar la factura de ese 'aparcamiento' de los suelos y pisos irrecuperables. Una fórmula que vigila de cerca Joaquín Almunia, comisario europeo de Competencia y el encargado de velar por que la solución que se alcance respete las normas sobre las ayudas de Estado.
Con el mercado ya cerrado, Bankia fue el 'farolillo rojo' del Ibex, con una caída del 5,1%. Tras la entidad presidida por Rodrigo Rato, Popular (4,3%), Sabadell (4,1%), Bankinter (4,14%) y Caixabank, BBVA y Santander, que cedieron un 3,3%.Y es que a lo largo del día no se sucedieron más que malas noticias, como el dato de empleo privado creado en Estados Unidos en el mes de abril (119.000 puestos de trabajo frente a los 170.000 previstos). O como las cifras adelantadas de la actividad manufacturera que elabora PMI para la eurozona, que se deterioraron en el mismo mes al ritmo más intenso en los últimos tres años, con el dato español en caída libre. Tampoco ayudó lo más mínimo la publicación por parte de Eurostat de los datos de paro en la zona euro durante el primer trimestre. Una estadística que, una vez más, responsabiliza a España de uno de cada tres parados de entre los más de 17 millones de personas que han perdido su empleo en los países de la divisa común.
Expolios
Para terminar de rematar el asunto, la última expropiación sufrida en Latinoamérica, la de REE por parte del Gobierno de Evo Morales, castigó con dureza a la compañía dirigida por José Folgado. La firma, que se esmeró en calmar a los inversores al recordar que el país andino apenas supone un 1,5% de su facturación y que espera llegar a un acuerdo «amistoso» con el Gobierno de La Paz, perdió un 2,2% tras enderezar algo la caída en las últimas horas de cotización.
Repsol, que aún se lame las heridas argentinas, fue el segundo valor más castigado, con un descenso del 4,8%. SacyrVallehermoso, primer accionista de la petrolera, se vio arrastrada por su participada y cayó un 3,95, el mismo porcentaje que Acerinox.
Gamesa retrocedió un 4,4%, arrastrado por los malos resultados de su competidor holandés Vestas, que duplicó sus pérdidas en el primer trimestre. Junto a ellas, ACS, que pena en el mercado sus últimos movimientos en busca de la liquidez suficiente con que calmar a sus bancos acreedores, y que perdió un 3,7%. La ganadora del día fue Abengoa, que se apuntó un 7,1% después de renegociar 1.566 millones de deuda con un sindicato de 28 entidades financieras.