Rajoy, al frente de las reformas
Actualizado: GuardarEl presidente del Gobierno justificó ayer en el acto de clausura del XV Congreso del PP madrileño las subidas de impuestos, que están en contradicción con el programa electoral del Partido Popular, que explicó con el argumento de que «no quedaba otra alternativa». Con estas medidas -añadió-, lo que único que pretende es «favorecer el crecimiento económico y el empleo». Pero no quedó aquí el discurso: Rajoy anunció también que «la agenda reformista no parará hasta el fin de la legislatura». Es inobjetable este ímpetu reformador, que seguramente buscaban los electores en Rajoy cuando le dieron el poder, con independencia de que el PP no fuera todo lo cuidadoso que debía a la hora de plantear verazmente su programa electoral. Pero ni siquiera la situación que estamos viviendo podría justificar una desconexión entre la opinión pública y el Gobierno: este, con Rajoy al frente, está obligado a dar permanentemente explicaciones del porqué y del cómo de las reformas, así como a debatirlas intensamente en el Parlamento con la oposición, a la que incumbe la contradicción y el control del poder. Sería bueno, en fin, que esta locuacidad de Rajoy fuera a partir de ahora permanente.