Una Bahía sin plan

El ingreso en prisión la pasada semana del exconsejero de Empleo, el jerezano Antonio Fernández, ha traido de nuevo a la memoria colectiva de los gaditanos los grandes proyectos que nacieron en la Bahía en 2007 para contrarrestar el terremoto laboral que provocó el cierre de Delphi. Uno de los arquitectos de las medidas públicas, anunciadas a bombo y platillo y que tantas expectativas de empleo generaron fue, precisamente, Antonio Fernández, imputado ahora por seis delitos en la trama de los ERE falsos que investiga la jueza Alaya. La puesta en marcha del famoso Plan Bahía Competitiva, dirigido desde la Agencia IDEA de la Consejería de Innovación, vino a cubrir el fuerte desgarro sufrido en el tejido industrial de Cádiz. Al mismo tiempo, el Ministerio de Industria ponía su granito de arena para reflotar la Bahía con el arranque del Plan Reindus, cuyo objetivo no era otro que la concesión de ayudas a empresas ya existentes y la subvención a nuevos proyectos de inversión.

El exconsejero Fernández capeó el temporal durante un año para encauzar el destino de los 1.900 trabajadores de Delphi que se fueron a la calle y trabajó directamente con Innovación para la captación de nuevas empresas que vinieran a cubrir el vacío de Delphi. Fue entonces cuando la Junta puso toda la carne en el asador y aprovechó dos convocatorias electorales, las municipales de junio de 2007 y las autonómicas y generales de marzo de 2008, para lanzar sus grandes anuncios. El Plan Bahía cobraba fuerza y se confirmaba entonces la llegada de empresas de energías renovables como Gadir Solar, Aeroblade o Terra Sun. La Administración regional tiraba de talonario público e impulsaba la creación de Alestis, mientras que repartía ayudas y subvenciones. Hoy cierra uno de los iconos del plan, la empresa Gadir Solar, y de los anuncios de reindustrialización solo queda el humo y cientos de millones de euros enterrados sin beneficio alguno. La Bahía se ha quedado sin el plan que la iba a sacar del hoyo.