Dos víctimas
Actualizado: GuardarOcupa apenas treinta líneas de una columna situada en el margen derecho de la página del periódico, una noticia más acerca de un trágico y aislado suceso (por fortuna) acontecido en un lugar lejano; sin embargo, la lectura del titular me dejó sorprendido, un tanto incrédulo y pensativo: 'Un niño saudí de 4 años mata a su padre por no comprarle una PlayStation'. Un encabezamiento no exento de ciertas dosis de sensacionalismo que, a primera vista, capta la atención del lector y le invita a bucear hasta tocar el fondo, pero, ¿no es un error y desacierto atribuir una muerte intencionada (un crimen) a un niño con cuatro primaveras? Atendiendo a estudios e informes de profesionales de la psicología, al sentido común y al mayor o menor contacto que se haya tendido con algún niño pequeño, podría decirse que tan llamativa información habría sido fruto de la premura, el desconocimiento o la falta de reflexión, pues a esa edad no se tiene plena conciencia de la muerte, de la irreversibilidad de la misma. El progenitor no era virtual, no se levantaba reiniciando el juego. La bala dejó dos víctimas, una de pie y otra tendida en el suelo.