Artículos

Mucho más que una campaña

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El candidato socialista a la presidencia de la República francesa dio una conferencia de prensa el martes y batió un récord de asistencia profesional: casi 300 periodistas de los que cerca de ochenta eran extranjeros. Razón: el interés de la competición rebasa ampliamente el escenario propiamente francés y hay una expectación internacional considerable y, desde luego, una ansiedad sin precedentes en el espacio UE.

Esto no ocurriría si la elección tuviera lugar en un país menor de la Unión, pero Francia tiene un peso insoslayable, todavía exporta un cierto 'rayonnement', sobre todo en la Europa meridional y en Bélgica y en Berlín, guste más o menos, y con el Reino Unido fuera del euro, es imposible ignorar lo que se diga allí, lo diga Nicolas Sarkozy o su rival François Hollande. En cierto modo, el resultado de la elección el seis de mayo tendrá algo de referéndum europeo oficioso sobre el gran asunto que importa a los sufridos contribuyentes de la UE.

Eso incluye a los alemanes, cuyo Gobierno está girando casi abiertamente ya desde el extremo rigor financiero y la sobriedad fiscal a la necesidad de hacer compatibles tales virtudes con algo que promueva la reactivación. Hollande, quien se había limitado a decir que, si es elegido, haría su primer viaje a Berlín, pareció, por azares de calendario, haberse puesto de acuerdo con alguien poco sospechoso de propiciar las alegrías reactivadoras: Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. Este pidió, compatibilizándolo con la austeridad, nada menos que un 'pacto de crecimiento'. y lo dijo nada menos que en el Parlamento europeo y, según ha trascendido, sin que figurara en la versión inicial de su discurso. O sea, improvisando un poco.

¿Improvisando o tras sondear donde hay que hacerlo? En Berlín, en un correlato que llama la atención, el búnker ortodoxo del dúo Merkel-Schäuble flexibiliza súbitamente su hostilidad a todo cambio de receta y aquí se puede suponer sin calumniar que, además de un giro saludable en los criterios, operan consideraciones de política interior, como en Francia. porque el 13 de mayo hay cruciales elecciones en el más importante de los 'länder' alemanes, Renania del Norte-Westfalia, y hay indicios de que la oposición unida (socialdemócratas-verdes) ganará, lo que reforzará la previsión de que el SPD en su conjunto presente un programa económico para las generales del año próximo bien distinto al vigente. Hay también allí razones prácticas: las exportaciones alemanas se han resentido mucho en los dos últimos meses en el espacio europeo. Sin liquidez y en recesión, particulares y Estado no compran casi nada.

Sorpresa, lo que se dice sorpresa, no hay. Pero sí tácticas políticas, presiones de la opinión y conveniencias electorales. ¿Recuerda el lector que Angela Merkel iba a ayudar a Sarkozy con su participación en dos o tres mítines de su campaña? Hasta hoy no ha aparecido ni se la espera. Signo de los tiempos.