«La revolución de los pobres no vendrá de Internet»
El fabulador de los proletarios regresa a su Marsella natal con 'Las nieves del Kilimanjaro' para recordarnos quién es el enemigo Robert Guédiguian Director de cine
Actualizado: GuardarHijo de padre armenio y de madre alemana, Robert Guédiguian nació en 1953 en L'Estaque, el barrio portuario de Marsella retratado por Cézanne y Emile Zola. L'Estaque es el escenario habitual de casi todas las películas de un fabulador que sigue creyendo en la conciencia de clase y la solidaridad proletaria. 'Las nieves del Kilimanjaro' no dejó un ojo seco entre la crítica en Cannes, que le brindó un aplauso en pie de quince minutos. La cinta, que llega a las salas mañana, se pregunta qué ha ocurrido para que los más jóvenes vean como burgueses a una pareja de obreros que tiene una casa y un coche después de treinta años trabajando. Una quimera para los nuevos desheredados de esta 'Europa del bienestar'.
-'Los nieves del Kilimanjaro' toma su título de un poema de Víctor Hugo.
-Sí. Al reelerlo se me humedecieron los ojos, y a mis años es difícil que ocurra. En el poema una pareja de pescadores adopta a los hijos de su vecina cuando esta muere. Me dije que ese era el final ideal para una película.
-El mensaje sigue vigente.
-Sí. Hay que luchar contra la idea de que los pobres se deben pelear entre sí para sobrevivir. Los jóvenes y los mayores tienen que trabajar juntos y no estar desunidos. El pueblo ha estado ausente del cine francés durante mucho tiempo. Ya no se hacen películas de campesinos, solo de abogados y maestros.
-¿Le ha salido un cuento de hadas?
-Me esfuerzo por ser optimista. Cuando me levanto estoy deprimido, pero dos horas después me digo que no tengo derecho a estarlo.
-Después de casi una veintena de largometrajes, ¿se considera más un militante que un cineasta?
-¿Qué tal un cineasta militante? Aunque no sé qué adjetivo adjetiva al otro.
-¿No le gusta el cine de mero entretenimiento?
-Por supuesto que sí. Aunque creo que no hay cine de puro entretenimiento, hasta el más fútil implica elecciones sobre temas de la realidad: muestra cómo vive la gente, las relaciones entre hombres y mujeres... No hay un cine ideológicamente puro. 'Las nieves del Kilimanjaro' obedece a una preocupación puramente personal. Yo no puedo rodar una película por año como otros. Necesito que ocurran cosas en mi vida y en el mundo.
Almodóvar y León
-He leído que no le gusta el cine de Pedro Almodóvar.
-Yo no he dicho eso. Solo que no le nombro entre mis cineastas favoritos, pero tiene algunas películas que me gustan.
-En España, con más de 5 millones de parados, no tenemos un Guédiguian que recuerde el valor de la cultura entre la clase obrera.
-Tienen a Fernando León, ¿no? En Francia existe una tradición de grupos de teatro en empresas y de transmisión de la cultura a través de escuela, partidos y sindicatos. Lo que ocurre es que el lugar donde la palabra del intelectual se podía encontrar con el pueblo ya no existe.
-¿Internet?
-Nadie busca eso en Internet, solo los que tienen mucha motivación. La revolución de los pobres no vendrá de allí. No soy escéptico, pero Internet solo es una forma más de exponer las relaciones de poder.
-¿Hará alguna vez una película sobre ricos?
-No. Filmar a alguien es mostrar que uno quiere a esa persona. Si ruedo la vida de alguien que detesto acabaré dándole un matiz humano, simpatizando con él. Me costó ver 'El hundimiento'. Veías a Hitler bailando con una niña y hasta parecía un tipo simpático. Esa es la trampa del cine.
-¿Cree que Sarkozy saldrá reelegido?
- Espero que a pesar de todo la gente vote, sin entusiasmo, por Hollande. Lo que de verdad me gustaría es que el 50% de los votos fuese en blanco.