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El PP da por hecho que Mas adelantará las elecciones a la próxima primavera
CiU se distancia de los populares en Madrid y Barcelona e intenta ganarse el apoyo de Esquerra Republicana
MADRID / BARCELONA. Actualizado: GuardarEl Gobierno considera que la decisión de CiU de no apoyar los Presupuestos del Estado para 2012, además de ser una traición al decisivo respaldo que prestó el PP a CiU para sacar adelante las cuentas de Cataluña, obedece a una estrategia electoral. Los populares dan por hecho que Artur Mas convocará elecciones anticipadas para la primavera de 2013, un año y cinco meses antes de que concluya el actual mandato.
Alicia Sánchez Camacho, presidenta del PP catalán, advirtió a Mariano Rajoy de que Mas tiene un plan muy calculado para adelantar los comicios con el objetivo de lograr una mayoría absoluta con la que poder presionar a Madrid para que acepte un nuevo modelo de financiación para Cataluña basado en el pacto fiscal. La holgada mayoría absoluta de la que disfruta el PP permite a Rajoy prescindir del apoyo parlamentario de CiU, aunque el presidente entiende que no es bueno que el PP apruebe en solitario las reformas estructurales y los recortes y ajustes presupuestarios.
Sánchez Camacho informó al líder del PP de ese plan de Mas el 14 de abril, durante el encuentro que mantuvo el presidente del Gobierno con todos los barones territoriales de su formación. La prueba de fuego para comprobar la veracidad de las intenciones de CiU era la tramitación parlamentaria de las cuentas generales para este año. Como vaticinó la dirigente del PP catalán, el portavoz de CiU, José Antonio Durán i Lleida, dejó claro que el idilio entre nacionalistas catalanas y populares en Madrid había acabado, por el momento.
La dirección nacional del PP, que lamenta que Mas anteponga sus intereses al apoyo a las medidas que «necesitan España y Cataluña» para salir de la crisis, ya trabaja con este nuevo calendario. El primer paso será modificar la agenda de Mariano Rajoy para introducir más actos en territorio catalán.
El PP, con 18 escaños, logró en las autonómicas catalanas de noviembre de 2011 los mejores resultados de su historia en esta comunidad autónoma y desbancó a Esquerra Republicana como tercera fuerza política. Su colaboración ha sido crucial para Mas en estos convulsos primeros meses de legislatura, sobre todo a la hora de aprobar el severo plan de ahorro puesto en marcha desde la Generalitat.
María Dolores de Cospedal, por su parte, ya anunció que Cataluña será uno de los escenarios claves para organizar nuevos foros sectoriales con los que el PP quiere explicar y apuntalar las medidas de ajuste que ha puesto en marcha Rajoy.
Ruptura
La distancia que CiU quiere marcar con el PP en Madrid tiene fiel reflejo en la política catalana. Un tenso y agrio debate parlamentario sobre los Presupuestos del Estado entre el presidente de la Generalitat y la líder del PP de Cataluña volvió a evidenciar ayer que las relaciones entre ambas fuerzas no viven sus mejores días. Las bases convergentes llevan meses reclamando una ruptura con los populares para intensificar el discurso soberanista junto a Esquerra. «Cada vez es más evidente que resulta inevitable un entendimiento» con los republicanos, señaló el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs. CiU, que ha contado con los populares para sacar los Presupuestos catalanes de 2011 y 2012, piensa en los republicanos independentistas para la segunda parte de la legislatura, en la que pretende hacer realidad el objetivo de pacto fiscal.
En cualquier caso, la federación nacionalista no rompe del todo con los populares y aunque por ejemplo se mostró inflexible en la retirada de la enmienda a la totalidad de los presupuestos del Estado, en Cataluña votó ayer junto al PP para evitar que el Parlamento autonómico aprobase una iniciativa para llevar la reforma laboral al Constitucional. «Durante estos cuatro o cinco meses hemos procurado hacer cosas útiles para Cataluña y el PP gobierna en España», fue la explicación que dio Homs para que su partido siga aliado al PP.
Pero la situación financiera manda y la realidad obligará al Gobierno de Mas a acometer nuevos recortes estimados en 1.500 millones, que afectarán tanto a los ingresos, con nuevas subidas de impuestos, como a los gastos. Por eso, el presidente catalán, que volvió a advertir de que convocará elecciones anticipadas si hay intervención del Estado, rechazó los argumentos gubernamentales de que no hay recursos adicionales para Cataluña. «Sí hay dinero, y tanto que lo hay. Lo hay para el AVE a Galicia y para el museo de El Prado, pero no para liquidar deudas», remató. Antes su portavoz había dicho: «No vendrán (de Madrid) con tanques, sí con interventores».