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Moncayo espera confirmar el viernes la mejoría de su Kalex KTM
El gaditano, con buenas sensaciones, confía en sorprender en el Gran Premio de Motociclismo de Jerez aunque sigue a expensas de la evolución del motor
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLas sensaciones son buenas, las propias de un soñador, de un optimista y un campeón. Pero al final manda la máquina y si no carbura, el golpe es inevitable. El piloto gaditano Alberto Moncayo espera ansioso que arranquen los motores de su Gran Premio favorito, el que se disputa en casa y en el que cada curva guarda un magnífico recuerdo.
Jerez recibe este viernes a los mejores: Lorenzo, Stoner, Pedrosa, Márquez, Elías, Viñales... y ahí se quiere hacer un hueco el de Cádiz, que sueña con el podio de Moto3. El gran espectáculo del motociclismo llegará a la provincia, y Moncayo no piensa defraudar a nadie. Pero, como acto reflejo, aprieta el freno. Su moto, la Kalex KTM que iba a dar tantas alegrías al equipo de Aspar, no funcionó en Catar y resulta difícil asegurar que en dos semanas se haya producido tal revolución como para pelear por lo máximo. «Tengo unas ganas enormes de empezar ya. Después de dos semanas de trabajo físico, poniendo a prueba mi cuerpo, estoy preparado para probar la mejoría de la moto. He hablado con Jorge (Martínez Aspar) y se han cambiado varias cositas: nuevos escapes para mejorar la aceleración, cambios en el chásis, etc. Pero hasta que no me suba no puedo asegurar nada».
En Catar los problemas en el motor le amargaron el debut en la temporada. Todo lo ganado en las curvas se perdía en las rectas, donde la moto no tiraba. Moncayo fue decimocuarto y su compañero Faubel decimosegundo. Muy por detrás de lo que ellos esperan.
Aún así, sus sensaciones son buenas. «En pretemporada rodamos muy rápido en Jerez, aunque al final empezamos a notar los problemillas en el motor. De todas formas, en este circuito las diferencias se reducen porque las rectas no son tan largas, y eso nos puede beneficiar».
El gaditano también mira al cielo. «Parece que puede llover. Sería una lástima para el aficionado, que merece disfrutar de esta fiesta».