Sociedad

«Fui succionada por un tornado»

Jerry Hall, ex de Mick Jagger, vuelve a creer en los hombres gracias a un millonario australiano

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Vestida de blanco Versace, encantadora y locuaz. Así se mostró Jerry Hall el martes (el mismo día en que los Rolling Stones cumplían medio siglo) en su papel como embajadora del outlet de lujo Las Rozas Village, en Madrid. Es evidente que todas las lágrimas que derramó como esposa del «indomable» Mick Jagger se han transformado en sonrisas al lado de Warwick Hemsley, el empresario australiano «fiel y caballeroso» cuyo único punto en común con Jagger es que él también es «asquerosamente rico». Europa se está derrumbando y la crisis nos devora, pero esta texana vive uno de los momentos más dulces de su vida y no lo puede ni quiere negar. «Me encuentro en la mejor edad para una mujer -proclama radiante a sus 55 y con todas sus arrugas por bandera-. Ahora sé lo que me gusta y lo que me conviene».

Y lo que más le convenía el martes a Jerry Hall era... Casi todo. Bolsos, vestidos, zapatos... No quiso privarse de nada. «Es que está mucho más barato que en Londres», se justificaba entre carcajadas. Las Rozas y La Roca Village presentaban la campaña internacional 'The Art of the Detail' (El arte del detalle), destinada a impulsar la venta de complementos, y Hall confesó su debilidad por los bolsos. «Los hombres prefieren los zapatos de tacón. Pero yo siempre les digo que regalar un buen bolso es mucho más eficaz».

Nacida en Gonzales (Texas) y criada en Mesquite (el extrarradio de Dallas), esta escultural rubia, hija de un camionero, llegó a ser una de las modelos más solicitadas de los setenta. Con 21 años ya había protagonizado cuarenta portadas de revistas de moda como Vogue o Cosmopolitan. De niña, soñaba con ser Scarlett O'Hara, pero se quedó más bien en la Dorothy de 'El Mago de Oz'. «Fui succionada como ella por un tornado -relató el pasado martes a este periódico-. En serio. No fue grave. Pero un día, al volver de la escuela, un tornado me levantó por los aires y me depositó en la otra acera».

Para tornado, Mick Jagger, el hombre que realmente le cambiaría no de acera sino de vida en general. Se casó con él en Bali, en una exótica ceremonia, y permaneció a su lado más de veinte años en un apasionado y oscilante matrimonio que arroja el inapelable saldo de cuatro hijos. Lizzy, la mayor, trabaja de modelo a sus 28 años y, como su madre, ha sido portada de Playboy. Jimmy es, en palabras de Jerry, «igual que su padre, y va para estrella del rock». Georgia May, de 20, acaba de inaugurar su primera exposición fotográfica y Gabriel, a sus 14 años, parece el más juicioso de todos. «Quiere ser profesor de Historia. No le tira la farándula».

Aunque el cincuentenario de los Stones le pilló a Hall con el pie cambiado («¿No es increíble?», dijo intentando disimular que no había caído en la cuenta), su relación con Jagger es «amistosa y fluida». «El lunes hablé con él por teléfono. Qué bien está envejeciendo Mick...», comentó con un suspiro de admiración. «Es que le sobra estamina. Ya sabe, resistencia, vigor...» Con estamina o sin ella, el australiano Warwick Hemsley, un apuesto viudo de su misma edad al que conoció hace dos años en Sidney cuando ella representaba 'El Graduado', es quien ha logrado devolverle la fe en el amor. «Me invitó a su barco y allí empezó todo». Con él ha viajado a Texas para presentárselo a sus padres y ha compartido relajadas temporadas en su mansión de la costa azul francesa (de diez habitaciones y diez baños) donde suele coincidir con el hombre al que un día hizo llorar: Brian Ferry. «Oh, bueno, pero seguimos siendo amigos. Y Brian sigue tan guapo...».

Mientras espera la próxima publicación en Londres de un nuevo libro de memorias ('My life in pictures'), Hall se prepara para subirse en junio a un escenario en Dublín junto a David Soul ('Starsky y Hutch') en una obra titulada 'Love Letters' (Cartas de amor). Esta vez no escandalizará a su madre, como cuando se desnudó en 'El Graduado' o interpretó 'Los monólogos de la vagina'. Es la apretada agenda de una mujer por fin feliz que, tras más de una década divorciada y varios romances fugaces, ya estaba a punto de tirar la toalla en el amor, según cuentan sus amigos. Hemsley le ha demostrado que hay vida después de Jagger. Al fin y al cabo, ella ya sobrevivió a un tornado.