
España suma el apoyo de EE UU y diez países de la UE contra la expropiación de YPF
El Parlamento Europeo pedirá cuantas medidas sean necesarias para revocar la decisión de Argentina, que el Banco Mundial cree un «error»
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa ofensiva diplomática española contra el Gobierno argentino tras el anuncio de la expropiación de la participación de Repsol en YPF sigue sumando apoyos. Ayer, diez socios de la Unión Europea ofrecieron su respaldo público a España en el contencioso con Buenos Aires, y Estados Unidos se comprometió a colaborar para defender la legalidad internacional. Además, el Banco Mundial, cuyo Tribunal de Arbitraje deberá dirimir sobre este contencioso, calificó de «error» la medida adoptada por la presidenta Cristina Fernández.
Las muestras de apoyo se produjeron un día antes de que el Parlamento Europeo vote hoy una resolución de condena por la nacionalización de la petrolera. Tras el debate del miércoles, la mayoría de grupos de la Eurocámara votará a favor de un texto en el que se «deplora» la decisión de las autoridades argentinas y se hace un llamamiento a la Comisión Europea para que responda «usando todas las herramientas del mecanismo de disputa recogidas en la Organización Mundial del Comercio y en el G20». La resolución, que hace hincapié en la necesidad de abrir nuevas vías de diálogo con el Gobierno de Buenos Aires, insta a las instituciones comunitarias a estudiar la adopción de «cuantas medidas sean necesarias» para evitar que se reproduzca una situación como la actual, «incluyendo la suspensión» de las ventajas arancelarias que en la actualidad disfrutan los productos argentinos en el mercado de la UE.
El asunto, en el que el Ejecutivo español se está volcando, fue tratado ayer en Bruselas por el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y la jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton. En un encuentro bilateral en el marco de una cumbre de la OTAN, la secretaria de Estado norteamericana se comprometió a estudiar las propuestas que le remitan España y la UE para responder al Gobierno de Cristina Fernández.
Todas las vías
«Hemos acordado que vamos a explorar todas las vías en las que podemos colaborar juntos para restablecer la legalidad internacional», afirmó Margallo tras la reunión. «Vamos a intentar analizar en qué ámbitos podemos trabajar con el Banco Mundial, el FMI, el G20 y cualquier otra institución en la que se pueda ejercer una acción para intentar que el Gobierno de Argentina rectifique en su posición» sobre YPF, subrayó.
Según el ministro, Clinton expresó personalmente su condena por la expropiación de la compañía española y mostró su rechazo a «la violación del derecho internacional» y la ruptura del «clima de confianza» que conlleva una decisión como esta. La secretaria de Estado norteamericana, indicó, «ha urgido al Gobierno argentino a adoptar las medidas necesarias» para proteger las inversiones entre países.
A este apoyo hay que sumar el que mostró ayer el denominado 'grupo de Berlín', compuesto por Francia, Bélgica, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Dinamarca, Austria, Portugal y Polonia, además de España, que se reunió en Bruselas e incluyó la cuestión en el orden del día. Además, los ministros de Exteriores de los Veintisiete tratarán la expropiación en su encuentro del próximo lunes en Luxemburgo. Allí, intentarán acordar un «plan de conjunto» para responder a la decisión argentina porque, según el titular del ramo español, «no tiene mucho sentido analizar medidas aisladamente».
A las voces críticas con la expropiación se unió también la del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que en la apertura del encuentro de su organización con el FMI dijo que era «una medida incorrecta», a la vez que alertaba a estar vigilantes «porque bajo la presión de la crisis económica, los países responderán con más populismo, con más proteccionismo», avisó.
Por otra parte, la expropiación de YPF empieza a tener las primeras repercusiones directas en la calificación de Repsol.
La agencia Standard & Poor's rebajó ayer la nota de solvencia de la deuda de la petrolera española un escalón (de 'BBB' a 'BBB-') y lo deja así a un solo paso de considerarla 'bono basura'. Además, S&P amenaza con nuevos recortes al colocar en perspectiva negativa al grupo petrolero español.