Artículos

Laboratorios y sanidad

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Recortar prestaciones no es la única fórmula posible para ahorrar en la gestión sanitaria. Centrarse sólo en cercenar actuaciones médicas es un error, es asumir una postura fácil y poco valiente, e implica renunciar a la mejora de la eficiencia y derivar a la sanidad privada actuaciones que hasta el momento estaban sufragadas con dinero público. Es, de algún modo, implícitamente, reconocer el fracaso del sistema. El buen administrador sanitario debe sacar el máximo provecho de los recursos disponibles y minimizar los gastos. Para ello hay que asumir iniciativas novedosas y romper las inercias y las presiones contrarias a los cambios. En ese aspecto, la Junta de Andalucía ha tomado la delantera a otras comunidades, enfocando en el ahorro en medicamentos su modo de mejorar la gestión. La factura en fármacos es lo que más había engordado en los últimos años, por eso la Consejería de Salud primero implantó la receta de los genéricos que poco a poco han ido introduciendo otras comunidades y recientemente estableció los concursos para adquirir los medicamentos. Si esta última medida se extendiera, el ahorro para el sistema nacional de salud podría ser superior a 1.500 millones de euros, haciendo innecesario un buen porcentaje del recorte anunciado por el Gobierno para la Sanidad.

Pero el Ministerio de Sanidad puede haberse ofendido con estas economías de la comunidad andaluza, porque al ser este ministerio el responsable de fijar los precios de los medicamentos quizás quede en evidencia su inoperancia y su mala gestión. La gran influencia de los grandes laboratorios en la dirección sanitaria es evidente. Los grandes laboratorios no se presentaron al concurso. A ellos no les ha gustado la iniciativa andaluza pues, hasta ahora, tenían asegurados unos amplios márgenes de beneficios sin apenas esfuerzos. Estos laboratorios, muchos de ellos titulares de patentes ya caducadas, ya sufrieron un fuerte recorte de beneficios con la medida impuesta de comprar genéricos y no marcas y, ahora, pretenden mantener sus cuentas de resultados. Ante esto, el Ministerio de Sanidad ha castigado a los pequeños laboratorios que osaron presentarse al concurso de la Junta de Andalucía, rebajándoles el precio de venta de sus medicinas para toda España. Con ello, pocos laboratorios concurrirán a futuros concursos y se mantendrá el actual despilfarro.