Las cosas imposibles de arreglar

En algunas se han invertido grandes cantidades de dinero, en otras resulta extraño que no se haya realizado la pequeña inversión necesaria para su puesta a punto, las hay que son un caso perdido, pero todas tienen en común que parecen imposibles de arreglar. Al menos es la impresión que da si se hace un recorrido por la ciudad y se cuenta los desperfectos que acumula, y el tiempo que ha transcurrido, sin que se haya puesto una solución.

Por ir de menor a mayor a la hora de realizar un primer análisis, hay que detenerse en el parque del Oeste. Allí tan solo perduran dos de los dinosaurios que el Consistorio colocó para el entretenimiento de los más pequeños. No han sobrevivido a su peculiar extinción a causa del vandalismo y uno de ellos se encuentra en mal estado al estar completamente destrozado. A pesar del tiempo transcurrido el Ayuntamiento no los ha repuesto ya que al parecer la intención es repararlos para que vuelvan a lucir en este área de ocio.

De parque en parque, porque arriba del Almirante Laulhé existen unos contenedores soterrados que llevan ya meses tirados en el suelo y con las vallas puestas. No es la primera vez que un vehículo se pasa de frenada y se lleva por delante estos bombos.

Un problema histórico es la falta de luz de la plaza Nerea. Y no es que se trate de una situación temporal, sino que es algo que ya se alarga en el tiempo, pues los residentes llevan aguantando este panorama desde el año 2006. Una muestra de ello es que aún hoy sigue sin contar con iluminación y no a causa de un robo de cable o de un acto vandálico a las farolas, sino porque no se terminó junto a la obra. Es decir que se colocaron las farolas, pero no las luminarias.

La ordenanza sigue su proceso para entrar en vigor, pero se desconoce la situación de los carriles bicis. Diferentes partidos políticos han puesto el dedo en la llaga para señalar el mal estado en el que se encuentran algunos de sus tramos. Es más, se ha pedido información en varias ocasiones para saber, si a pesar de los desperfectos, la actuación ha sido recepcionada por el Ayuntamiento, una duda que por el momento no se ha despejado.

Y dinero es lo que hace falta para rehabilitar la casa Consistorial. Tras obras de emergencias para su consolidación y un lavado de cara con pintura, el edificio está cerrado y sin uso. Una lástima que haya sido la imagen que permaneció durante el 2010 y la que tendrá en 2013, unos 200 años después de haber conseguido su título de ciudad.

Aunque en otros casos sí se ha dado dinero para modificar un equipamiento y mejorarlo y al final se ha dejado en el olvido. Es el ejemplo de la sala multiusos del pabellón Andalucía. La pista deportiva iba a convertirse en un lugar para hacer deporte bajo techo, además de utilizarse para diferentes eventos y actos. La actuación se ha dejado a la intemperie sin que se haya completado el cerramiento e incluso con las puertas abiertas, colándose cualquier persona en su interior y produciéndose actos vandálicos.

Y así se suma y se sigue, ya que por toda la ciudad existen muestras de estos desperfectos imposibles de arreglar, a pesar de que en algunos casos no se precisa un gran presupuesto.