Invitados a informar sobre el régimen 'secuestrados' en el hotel de una isla
SHANGHÁI. Actualizado: GuardarEl régimen quería mostrar su cara más amable, demostrar que es abierto y transparente, y certificar frente al mundo que su cohete no suponía amenaza alguna. Para ello, Pyongyang ha invitado a un nutrido grupo de periodistas extranjeros que ayer se despertaron con las llamadas de sus jefes. «Fueron ellos los que nos informaron desde el extranjero acerca del lanzamiento fallido», reconocía al diario 'Los Angeles Times' el productor de la cadena NBC, Ed Flanagan.
Pronto, los enviados especiales tomaron asiento en la sala de prensa del hotel en el que están alojados, situado en una isla y apodado 'Alcatraz', y descubrieron indignados que sus 'amigos' norcoreanos ni siquiera habían informado del lanzamiento a los funcionarios que se encargan de su seguridad y de que no husmeen fuera de donde se les permite. «¿Cómo explicará el régimen este fracaso a los periodistas que estamos aquí?», se preguntaba en Twitter Almudena Ariza, enviada de Televisión Española, después de asegurar que los norcoreanos no sabían qué hacer con los informadores extranjeros.
«Cubrir el lanzamiento del cohete desde Pyongyang se me antoja como informar sobre la final de la Super Bowl encerrado en un trastero del estadio», 'tuiteó' Chico Harlan, de 'The Washington Post'. No obstante, diferentes analistas consideran que el régimen norcoreano se ha visto obligado a reconocer los hechos por su presencia. Ahora, tendrán que soportar un buen número de actos propagandísticos para contrarrestar el fracaso.