Alerta máxima en Asia por el inminente lanzamiento del cohete norcoreano

Corea del Sur, Japón y Filipinas activaron ayer la alerta máxima ante el inminente lanzamiento de un cohete de Corea del Norte, que ha sido condenado por la comunidad internacional por considerar que se trata de un misil balístico. El proyectil 'Eunha-3' -supuestamente encargado de poner en órbita el satélite de observación- está aparentemente preparado para su lanzamiento en la base de Sohae, al norte de Pyongyang y a unos 50 kilómetros de la frontera con China.

«Hasta el último momento queremos llamar a la contención, pero estamos preparados para afrontar cualquier contingencia», precisó el primer ministro nipón, Yoshihiko Noda, que definió el plan del régimen comunista como «un grave acto de provocación contra la paz y la estabilidad». Las autoridades de Seúl, por su parte, se declararon dispuestas a derribar el aparato y el Gobierno filipino ya ha alterado la ruta de una veintena de vuelos.

Aunque dependerá finalmente de las condiciones meteorológicas, el polémico lanzamiento está previsto para mañana, un día antes del centenario del nacimiento de Kim Il-Sung, fundador del país comunista. Así lo afirman expertos surcoreanos pero Pyongyang, por ahora, se mantiene en silencio.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó ayer a Corea del Norte a renunciar a su plan de poner en órbita el satélite. «Espero que las autoridades escuchen los llamamientos», manifestó Ban en una conferencia en Ginebra en la que dijo sentirse profundamente preocupado por la situación.