Demasiada severidad
Actualizado: GuardarEl ministro del Interior trató de justificar ayer en el Congreso la intención del Gobierno de endurecer el Código Penal y otras leyes conexas con el argumento de que hay que luchar contra la espiral de violencia practicada por los colectivos antisistema, y a tal fin pretende equiparar la violencia callejera con la kale borroka, con el fin de aplicar la legislación antiterrorista. También propone Jorge Fernández incluir la resistencia pasiva como delito de atentado a la autoridad, así como que sea considerado «delito de integración en organización criminal» difundir por Internet convocatorias de manifestaciones violentas. No cabe duda de que Cataluña y alguna otra comunidad tienen un serio problema con los llamados 'antisistema', que requiere un planteamiento complejo -policial y social-, pero en este país la paz ciudadana no está realmente amenazada ni la existencia de ciertos incidentes aislados justifica una legislación de excepción. España ya tiene uno de los códigos penales más duros de Occidente, y la libertad de expresión, a través del derecho de manifestación, se ha ejercido con cordura en todo momento. No habría, pues, que avanzar por ese camino, que afectaría gravemente a la seguridad jurídica de los ciudadanos.