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Y Andalucía amaneció roja

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Antonio Tabucchi fallecía en Lisboa unas horas antes de poder redactar un texto que sin duda le hubiera gustado ver publicado: "Hoy lunes 26 de marzo Andalucía ha amanecido Roja, sostiene Pereira". En un escenario de grave deterioro político como resultado de treinta años continuados de gobierno socialdemócrata en régimen de partido único, un PSOE semejante al PRI mexicano con el agravante de no ofrecer relevos personales, pues buena parte de los cargos que ocupan las poltronas del gobierno actual de la Junta son los mismos políticos, ya envejecidos y profesionalizados, que tomaron el poder cuando se organizó la Comunidad Autónoma Andaluza, con las secuelas propias de semejante trayectoria: apego a los cargos, abuso de poder, inmovilismo, vacío ideológico, clientelismo, despilfarro y corruptelas. La renovación resultaba obligada pero el pueblo andaluz ha evitado depositarla en un programa marcado por el neoliberalismo que imponen los países ricos y conduce a la minimización del Estado dejando que la sociedad se autorregule mediante el desenvolvimiento de las leyes del mercado, olvidando que si esos países alcanzaron la prosperidad fue a través de la combinación de proteccionismo, subsidios y otras políticas que ahora nos quieren negar a los andaluces. Muy al contrario, el mandato que establecen con claridad las elecciones del 25M exige un giro más a la izquierda otorgando a los comunistas la capacidad de determinar la nueva forma de gobernar Andalucía.

Izquierda Unida adquiere una responsabilidad histórica no sólo con el pueblo andaluz, también con los restantes pueblos del Estado. Hasta ahora buena parte de los ciudadanos españoles han aceptado como inevitable una necesaria austeridad que obliga a importantes recortes en prestaciones y servicios que los poderes públicos debieran garantizar por mandato constitucional, cuya aplicación va a deteriorar notablemente la calidad de vida de la mayoría. Falsa convicción que se apoya paradójicamente en argumentos macroeconómicos difícilmente inteligibles por personas no especializadas y discutidos por reputados estudiosos como Ha-Joon Chang, Chomsky o John Gray, quienes en definitiva nos muestran que si bien la competitividad produce riqueza siempre desigualmente repartida, la solidaridad hace las comunidades más libres e igualitarias y por tanto más felices. Los 12 escaños de IU en el Parlamento Andaluz deben impulsar el cambio que hemos reclamado en las urnas imponiendo un discurso político transparente y progresista, y obligando al centro izquierda a una renovación profunda con medidas tales como el relevo de las personas que ocupan cargos de responsabilidad y la depuración política e incluso penal de los daños que el pueblo andaluz ha padecido. Demos una oportunidad a la solidaridad y a la prosperidad en Andalucía.