Los mercados ignoran los recortes
El Ibex-35 sufre su segunda mayor caída del año tras el anuncio del recorte adicional de 10.000 millones en sanidad y educación La prima de riesgo de la deuda soberana española se dispara y alcanza los 433 puntos básicos
MADRID. Actualizado: GuardarLos inversores corroboraron ayer que son insaciables y que tampoco se conformarán con el recorte adicional de 10.000 millones de euros que el Gobierno de Mariano Rajoy aplicará este año al gasto sanitario y educativo para aflojar la presión sobre la economía española. Los mercados quieren más, y la deuda pública pagó su voracidad con un fuerte aumento de la prima de riesgo, que se disparó hasta 433 puntos básicos al cierre de la sesión, y una caída cercana al 3% en el principal índice bursátil, el Ibex-35.
La prima de riesgo mide el diferencial entre el rendimiento del bono español a diez años y su equivalente alemán, considerado a estas alturas de la crisis un valor seguro por los inversores. La evolución de la prima de riesgo supone un termómetro para medir el grado de desconfianza que suscita en los mercados un país. Cuanto más sube, mayor es la creencia de que su economía puede quebrar al ser incapaz de afrontar sus obligaciones financieras. Y ayer aumentó 32 puntos y marcó su máximo nivel desde noviembre pasado.
En noviembre la presión y la expectación alcanzó un grado elevadísimo al celebrarse las elecciones generales y la prima de riesgo alcanzó los 468 puntos básicos. La rentabilidad del bono español en el mercado secundario llegó a marcar el 6,7%. Ayer el interés coqueteó con el 6% un día después de que el Ejecutivo ofreciera en bandeja a los inversores un sacrificio de 10.000 millones en el eje central del Estado de bienestar, que en el plano interno la oposición política de izquierdas denunció como el fin de la sanidad universal y gratuita.
Las turbulencias en torno a la deuda publica se producen en un contexto muy poco propicio, pues podrían perjudicar a las subastas del Tesoro de abril, mes en el que España deberá además hacer frente a vencimientos de deuda que rondan los 24.000 millones de euros.
Los mercados ignoraron el nuevo recorte anunciado por el Ejecutivo y, tras el parón bursátil de cuatro días propiciado por la Semana Santa, volvieron a rehuir los valores españoles. El Ibex-35, el principal índice bursátill, marcó al cierre de la sesión una caída del 2,96%, que lo situó en 7.433 puntos (niveles de marzo de 2009) y con todos sus valores en rojo. Es la segunda mayor caída de la Bolsa española en este año y la cuarta jornada consecutiva de bajadas. El retroceso acumulado por la Bolsa desde principios de año -es decir, desde que comenzó la etapa de Gobierno de Rajoy- alcanza ya el 13,22%. Y en los últimos doce meses se ha hundido un 36,46%.
Rescate
Pese a todos los nubarrones, el ministro de Economía, Luis de Guindos, subrayó que España «no necesita un rescate en estos momentos» y animó a «evadirse» de la presión actual de los mercados. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, corroboró que la intervención no está en la agenda del Banco Central Europeo. Por su parte, el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, avisó que España no saldrá de esta crisis «en cuestión de días».
En la Bolsa, Santander y BBVA, los dos grandes valores bancarios, registraron al cierre de la sesión caídas del 3,88% y el 3,62%, que lastraron la cotización del Ibex-35. Los mayores desplomes, sin embargo, fueron para los títulos de OHL (7,11%), ArcelorMIttal (6,28%), Indra (5,68%), Bankinter (5,42%) y Acerinox (5,09%). Entre los otros grandes valores, Telefónica cedió un 2,9%, Inditex un 2,93% e Iberdrola un 2,88%.
Las dudas respecto de la solvencia de España también se reflejaron en los títulos de deuda soberana de Italia y del resto de economías con problemas. La prima de riesgo del país trasalpino volvió a cruzar el umbral de los 400 puntos básicos, con un incremento de la misma magnitud que el español, hasta los 404 puntos básicos. Entre los estados ya rescatados, el diferencial de riesgo de Irlanda cerró en los 521 puntos, el de Portugal en 1.068 puntos y el de Grecia en 2.066 puntos.
Las Bolsas europeas cerraron también en rojo, muy afectadas por la apertura bajista de Wall Street y por los malos indicadores económicos en Estados Unidos. El índice FTSEMIB de la Bolsa de Milán se desplomó un 5%. En el resto de plazas europeas la jornada fue igual de negativa. El CAC-40 de París cayó un 3,1% y Londres y Fráncfort se anotaron retrocesos superiores al 2%. El Eurostoxx 50, que aglutina a los principales valores europeos, se dejó un 3%.
La gran beneficiada por estas tensiones fue, una vez más, la deuda pública alemana. La rentabilidad de los bonos a diez años del país germano siguió cayendo con fuerza, hasta el 1,64%. La altísima solvencia y la seguridad que ofrece en este momento la economía de la locomotora europea atraen como un imán a los inversores en deuda pública, que huyen de cualquier valor que huela a riesgo.