Los jugadores del Cádiz B felicitan a Alberto por su segundo gol ante la Peña Rociera. :: FRANCIS JIMÉNEZ
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'Manotazo' al descenso

El filial desborda a un conjunto nazareno que demostró que, probablemente, sea el equipo con más limitaciones del grupo El Cádiz B golea a la Peña Rociera y se aleja a siete puntos del peligro

PUERTO REAL. Actualizado: Guardar
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Cumplió con sus deberes el Cádiz B y ahora podrá respirar y disfrutar de un fin de curso tranquilo. Siete puntos lo separan del descenso gracias a la importantísima victoria cosechada ante la Peña Deportiva Rociera, un rival que demostró sobre el verde del Rosal que, probablemente, sea el conjunto con más limitaciones de la categoría.

Comenzó atascado, pese a todo, el cuadro de Juanma Carrillo, empecinado en llegar a la portería contraria a base de juego interior. En esa faceta, los nazarenos se movían como peces en el agua aunque, pese a todo, sufrían ante el mayor poderío físico del contrario.

Había que abrir el campo y entrar por las bandas. La lección parecía clara toda vez que la Peña Rociera llegaba con la fama de ser un equipo disminuido en cuanto a la preparación física. Fue empezar a fluir las transiciones por los costados y llegar el primer gol cadista. Israel, que antes había enganchado una que se le fue fuera por poco, entró como un puñal por la derecha y puso un balón manso a Alberto dentro del área, que con el temple de los fuera de serie buscó el hueco para batir a Rivas.

Todo empezaba a marchar conforme a lo previsto hasta que, poco más de un minuto después, el equipo de Dos Hermanas establecía la igualada. Le funcionó la pizarra a Miguel Ángel Cáceres, y Gordi, pichichi del equipo, cabeceaba a la red una falta lateral magistralmente botada desde la izquierda.

Al César lo que es del César. Sufría de lo lindo el conjunto sevillano pero al menos moría sobre el campo. Y con el empate, tenía el partido donde quería. Pero sus miedos se le tornaron realidades, y cuando la primera parte desfallecía, un error de marcajes propiciaba que Cuero se quedara solo ante el portero para, levantándola de cabeza, volver a poner al Cádiz B por delante.

Ahí fue donde se les escapó el partido. Pero había que autoconvencerse de que un gol no era una barrera tan difícil de superar. Y se lo creyó la Peña Rociera hasta que Alberto volvió a dejar las cosas claras. El canterano superó al meta contrario con un exquisito golpeo de vaselina (minuto 52), culminando una jugada originada por Mohamed, al que habían hecho falta pero el colegiado dejó seguir. Gran acierto de De la Torre Pizarro, quien sin embargo a los visitantes no dejó pasar ni una. Cada patada a destiempo o cada falta por impotencia fue castigada con amarilla, y el resultado fue que, en un minuto, el cuadro sevillano sufrió tres expulsiones. Se marchó Lorca por doble amarilla (¡a ver si hoy no te echan! se había oido a modo de broma antes de empezar el partido), y como consecuencia de las protestas tanto el entrenador, Miguel Ángel Cáceres, como Dani Cabrera, que ya había sido sustituido, vieron la roja directa.

Con 3-1 en el marcador, uno menos en el campo y los nervios a flor de piel, la victoria cadista parecía más que atada (minuto 65). Las sensaciones apuntaban a que podía caer la goleada, y fue lo que sucedió en los minutos finales. En el 87' Sergio hizo el cuarto de un cabezazo certero al saque de una falta lateral, y ya en la prolongación, Cuero redondeó la cuenta aprovechando el rechace de Rivas tras un disparo de Boateng.