EL FRACASO COLECTIVO

La dramatización que ha rodeado la presentación de los Presupuestos Generales del Estado por el Gobierno, incluida la amenaza de intervención explicitada por Rajoy, no hace sino agravar la preocupación y el miedo de los españoles, que no ven salida a una situación que se agrava por momentos. Podrían, por cierto, ahorrarse el CIS, cuyo último barómetro constata lo evidente. Para colmo de males, cunde la idea de que este programa de recortes no es suficiente, ni la solución: no son opiniones clientelares de partido, es que el gran plan anticrisis, el contenido en los PGE, ha sido recibido por los mercados con una bajada generalizada de las bolsas y una subida de la prima de riesgo. No es, además, un discurso teórico, afecta aquí y ahora. El desmoronamiento del mundo que habíamos conocido se consuma. ¿Qué nos queda? Reconocer que esto es lo que hay, para empezar. Somos la tercera provincia de Andalucía en población pero tenemos una tasa de paro como la Franja de Gaza. No logramos crear un tejido industrial ni empresarial consistente, no tenemos una población laboral formada y los que han logrado estudiar no tienen empleo, hemos vivido en una burbuja sostenida por el sector público, por el subsidio, directo o indirecto, y ahora que el Estado se adelgaza, nos llega el hambre. Hemos tenido, digámoslo de camino, unos políticos poco eficaces, cuando no nefastos. A las pruebas me remito.

A priori, en el recorte general a la provincia de Cádiz no le ha tocado un mal porcentaje. De hecho, lleva las principales partidas de Fomento en Andalucía y hay consignaciones para proyectos no ejecutados, como Las Aletas. Pero será palpable el ajuste en la Ley de Dependencia, en becas, en escuelas infantiles, por ejemplo, y se teme que también alcance a los que cobran el paro.

Estamos ante un fracaso general y colectivo, así que mejor ahórrense unos y otros echarse las culpas y resuelvan. Es su trabajo. @Laliags