Casada con 'Coco'
Mónica Martín Luque opina que su todavía marido, el polémico Fernando Gómez Acebo, «es un ser especial»
Actualizado: GuardarLuchadora, currante, madrugadora». Así define un amiga a Mónica Martín Luque. «Nunca ha sido la típica pija convencional. Puso una tienda de decoración y estuvo al pie del cañón hasta que tuvo que echar la persiana». Alta, morena, de rostro anguloso y cuerpo de modelo, Martín Luque ha sido imagen de una marca de joyas y también de Modesto Lomba, diseñador al que le une una gran amistad. Pero su proyección mediática no se debe tanto a la moda como a su condición de esposa (pese a un reciente amago de separación) del controvertido Fernando Gómez Acebo, sobrino carnal del Rey y quinto hijo de la infanta doña Pilar. Porque el día que se casó con 'Coco', a Mónica le cambió la vida.
'Coco', así le llaman cariñosamente a Fernando, de 37 años, sus familiares y amigos. Él y Mónica Martín Luque forman una pareja tremendamente mediática, en cuya trayectoria se mezclan los saraos y los escándalos. El último, registrado hace unos días en el aeropuerto de Barajas cuando el matrimonio se disponía a volar a Bilbao, fue sonado. «¡Esto es de cuarta!», exclamó él cuando una azafata le pidió a Mónica que metiera su megabolso de Loewe dentro de la maleta porque solo se admitía un bulto como equipaje de mano... Pero de cuarta o de quinta era el lamentable estado en el que por lo visto se encontraba el DNI de este 'Grande de España' que se negó a presentar otro documento de identidad y se quedó clamando a la Guardia Civil, mientras el avión despegaba sin él ni su esposa dentro. Llovía sobre mojado. En otra ocasión, y también en el mismo aeropuerto, Fernando se negó a recoger las heces de su pastor alemán. Y para colmo esgrimió el el tan temible: «Usted no sabe con quién está hablando».
Alérgico a los paparazzis
«'Coco' en las distancias cortas es divertidísimo, sencillo y muy simpático», aseguran los que han tenido ocasión de compartir alguna juerga con él. Porque el enjuto Fernando Gómez Acebo, pese a su frágil salud (arrastra dos operaciones de pulmón a causa del tabaquismo) no es de quedarse mucho en casa. Eso sí, alérgico a los paparazzis y a los 'photocall', su esposa suele verse obligada a posar sola en los múltiples saraos a los que ambos asisten. «Ellos siempre están invitados a todo», subraya una experta relaciones públicas. Sus detractores los acusan de vivir abonados al circuito del 'gratis total' para famosos de relumbrón. Pero los que conocen bien a Fernando aseguran que él pasa ampliamente de la fama y prefiere, con mucho, las fiestas privadas, en su propia casa o en casas de amigos (María Zurita, Javier Hidalgo...) sin la incómoda presencia de la prensa como testigo; una actitud que entra claramente en contradicción con la de su mujer, aficionada a posar y a conceder exclusivas.
«Yo he dado el paso final para no seguir sufriendo los dos. Uno de los motivos del deterioro ha sido mi obsesión por el trabajo». Con estas palabras anunciaba Martín Luque en la portada de 'Hola' de finales del pasado mes de julio su separación del hijo menor de la infanta doña Pilar. Una rentabe exclusiva que no sentó nada bien en la Casa Real. Como tampoco gustó en absoluto que la polémica pareja se fuera de compras por el centro de Madrid dejando el coche mal aparcado y con un cártel que decía: 'Prioridad Oficial. Casa de su Majestad el Rey'. Y que para remate, al ser descubierto por unos paparazis, 'Coco' reaccionara sacando la lengua.
Aquella separación amistosa duró pocos meses. O ninguno, según los más incrédulos, que acusan al matrimonio de haber vendido una falsa exclusiva con el único propósito de paliar su falta de liquidez. Lo cierto es que Mónica y Fernando, casados en noviembre de 2004 en una solemne ceremonia celebrada en el Real Monasterio de la Encaración de Madrid a la que acudió la Familia Real al completo, vuelven a estar juntos. «Fernando se ha volcado y se esfuerza cada día en mejorar las cosas que nos habían distanciado», ha declarado ella. Queda por ver si el rifirrafe aeroportuario afectará a su relación. «No creo -opina un amigo de la pareja-. Cuando se separaron lo pasaron fatal. Yo hablé con cada uno de ellos y los dos estaban hechos polvo. No fue ningún montaje». Mónica además siempre ha defendido a su todavía marido ante el mundo. Para ella, al margen de polémicas y escándalos, 'Coco' es «un ser especial».