Ola de suicidios por la crisis en Italia y Grecia
Un farmacéutico jubilado se pega un tiro ante el Parlamento de Atenas y acusa al Gobierno por recortarle la pensión
ROMA. Actualizado: GuardarEl número de suicidios en Italia y Grecia, dos de los países más afectados por la crisis económica con España, Irlanda y Portugal, se ha ido disparando calladamente como un indicador estadístico más. Son números terribles, pero no lograban ser noticia. Hasta ahora. Un farmacéutico jubilado griego de 77 años lo ha sacado trágicamente a la luz al pegarse un tiro el miércoles en la plaza Sintagma, delante del Parlamento y centro de las protestas de los 'indignados' de Atenas. Llevaba una nota que acusaba expresamente al Gobierno de su situación por recortarle la pensión: «Dado que no tengo una edad que me permita responder activamente (aunque sería el primero en seguir a alguien que cogiese un kalashnikov), no encuentro otro modo de reaccionar que poner un fin digno a mi vida, antes de tener que empezar a buscar comida en la basura». En Italia, donde también hay un goteo constante de suicidios relacionados con la crisis, se han dado cuatro en los dos últimos días. Uno de ellos es similar al de Atenas: una viuda siciliana de 78 años se arrojó desde el cuarto piso de su casa en Gela porque su pensión ha bajado de 800 a 600 euros.
El farmacéutico de Atenas se declaró «aniquilado» por el recorte de su pensión, efecto de las medidas de austeridad impuestas por el Gobierno desde 2010, que las ha bajado un 15%, y hasta un 20% las superiores a 1.200 euros. «El Gobierno de ocupación literalmente ha aniquilado mi capacidad para sobrevivir con una pensión decente por la que he pagado durante 35 años», dijo en una comparación del actual Ejecutivo, dirigido desde noviembre por el técnico Lucas Papademos, con el de la ocupación nazi. Un testigo afirma que antes de dispararse gritó: «¡No quiero dejar deudas a mis hijos!». Según medios griegos, estaba casado y con una hija.
La prensa digital publicó el mismo miércoles su escrito y a través de las redes sociales cientos de personas comenzaron a acercarse por la tarde a Sintagma a dejar flores, velas y mensajes bajo el ciprés donde este hombre se quitó la vida. Al anochecer había más de un millar de personas y la concentración degeneró en enfrentamientos con la Policía, que disparó gases lacrimógenos y arrestó a diez manifestantes.
Kalashnikov
Un gesto de este tipo no es una sorpresa para los griegos, pues en las protestas de los últimos meses han advertido siempre que alguien acabaría por cometer una locura. La referencia al kalashnikov del suicida es significativa y el temor de acciones terroristas es muy serio entre las autoridades, tras dos años de manifestaciones cada vez más violentas. Muchas de las notas depositadas ayer en Sintagma acusaban de la muerte del anciano al Gobierno, así como a la UE y al FMI, que imponen las medidas de austeridad. Grecia tenía una de las tasas de suicidios más bajas de la UE, una media anual de 366 hasta 2008. Sin embargo, esa cifra ha aumentado hasta casi doblarse: 507 (2009), 622 (2010) y 598 (2011).
Los datos de Italia también son preocupantes. Los suicidios atribuidos a la crisis han aumentado un 24% de 2008, con 150 casos y 200 intentos, hasta 2010, con 187 y 245 frustrados. Pero el repunte de 2011 es alarmante: se calcula que un tercio de los 4.000 suicidios del año pasado pueden ser achacados a la situación económica. Y este año se vive un auténtico fenómeno social, con un efecto de imitación a medida que los casos saltan a los medios. Sobre todo en Véneto, una de las regiones más dinámicas del país y con un 80% de pequeñas empresas, las más expuestas a impagos y restricción del crédito: se han suicidado 50 empresarios en tres años.
En los últimos días las noticias de este tipo se suceden sin cesar. El martes 27, un albañil de 49 años de Trani, en Puglia, se tiró por el balcón por no encontrar trabajo. Dos días después un constructor de Bolonia en quiebra y agobiado por los impuestos se dio fuego en su coche ante las oficinas de Hacienda. Aún está muy grave. Al día siguiente, sábado 30, le imitó un trabajador marroquí de Verona que llevaba cuatro meses sin cobrar. Este lunes un ebanista de Roma de 57 años se ahorcó en su taller y dejó una nota escueta: «Problemas económicos insuperables». Ayer, también en la capital, el titular de una firma de aluminio se disparó en el pecho con su escopeta y en Milán se ahorcó un taxista de 51 años que había perdido el puesto y tuvo que volver a vivir a casa de sus padres.