Un esfuerzo de 53.000 millones de euros
PARÍS. Actualizado: GuardarUn esfuerzo de 53.000 millones de euros. Es la purga de Sarkozy. El sacrificio que reclama a los franceses para escapar de la espiral de la deuda. El 75% de esa cantidad se obtendría de la contención en el gasto y el resto, de nuevos ingresos fiscales.
La cura de austeridad afectaría ante todo al Estado y la Seguridad Social. Pero no perdonaría a las corporaciones locales. Sarkozy desea que los municipios con más de 30.000 habitantes sean obligados a reducir sus plantillas, como también ha hecho la función pública.
Según el calendario elaborado por los equipos técnicos del presidente saliente, su segundo mandato en el Palacio del Elíseo culminaría en 2007 con un ligero excedente presupuestario del 0,5% del producto interior bruto (PIB). El déficit público pasaría del 5,2% en 2011 al 4,4% en 2012, el 3,0% en 2013, el 2,0% en 2014, el 1,0% en 2015 y el 0,0% en 2016. Este cálculo se basa en unas hipótesis de crecimiento del PIB del 0,7% en 2012, 1,75% en 2013 y 2,0% en 2014, 2015, 2016 y 2017.
«Gracias al trabajo y al coraje de los franceses, vamos adelantados en la trayectoria de reducción de nuestro déficit», enfatizó Sarkozy al exponer unos «resultados mejores de lo que esperábamos». Los números rojos en las cuentas públicas cayeron del 7,1% del PIB en 2010 al 5,2% en 2011, medio punto menos que el 5,7% prometido inicialmente a los socios de la eurozona.
El recorte presupuestario para alcanzar el equilibrio en 2016 representa 115.000 millones de euros. A esta suma hay que añadir el coste de aplicar las medidas programáticas, evaluado en 9.500 millones. Aunque expertos independientes creen que costarían entre 14.000 y 20.000 millones.