Las reservas de última hora salvan las expectativas de los hoteleros

El sector hotelero de El Puerto ha salvado los muebles de las vacaciones de Semana Santa. Las malas previsiones meteorológicas han frenado las reservas, pero a última hora se ha producido un repunte de clientes que al menos ha inyectado un poco de oxígeno al sector, hasta el punto de que es probable que incluso se mejore la ocupación alcanzada el año pasado.

Según los datos de la patronal de hostelería, Horeca, en el 2011 se registró un 74% de ocupación para la primera parte de la semana y un 88% para la segunda. Ahora bien, la previsión para este año se sitúa en 54% de reservas para los primeros días en un 75% para los últimos. Pero la situación actual de los hoteles portuenses ha mejorado este dato inicial.

Por ejemplo, el Monasterio de San Miguel, que está de actualidad por su posible cierre el próximo 16 de abril, manejaban esta misma cifra, pero ha terminado copando las reservas esta misma semana con lleno para Jueves y Viernes Santo. Para el fin de semana esperan un descenso hasta el 60% de la ocupación. Este establecimiento ha cobrado 120 euros la habitación doble y se ha valido de los paquetes especiales que incluyen visitas a bodegas o al parque Los Toruños para captar clientes. En este establecimiento confirmaron que los cambiantes partes del tiempo ha sido el principal factor que ha hecho dudar a los visitantes. En el hotel Santa María aún quedaban varias habitaciones ayer, pero quedaba por llegar la remesa del Viernes Santo que pernocta durante todo el fin de semana. En el céntrico hotel Los Cántaros, de 39 habitaciones, rozaban ayer el 90% de ocupación y las estimaciones para hoy rondan el 95%. Al otro lado de la ciudad, en el hotel Los Jándalos Vistahermosa estaban ayer casi al 100% de ocupación, con apenas dos habitaciones por vender a un precio de 170 euros la noche.

Los que también han conseguido hacer caja pese a las lluvias han sido los hosteleros del casco histórico. Aunque ayer no fue el día más propicio, puesto que el mal tiempo impidió la salida de la única hermandad con estación de penitencia, los bares y cafeterías de Luna, Misericordia, La Herrería, y la Ribera han estado llenas.