La huelga general
Actualizado: GuardarLos trabajadores en mayoría han salido a la calle hartos de tanto despotismo y prepotencia opresiva, ahora toca al Gobierno considerar estas protestas y buscar soluciones más justas. Si la comparamos con otras manifestaciones o huelgas generales más recientes esta del 29 M se lleva la palma según mis cálculos tomando como referencia la Cuesta de las Calesas. Allí, los participantes rebasaban con creces las anteriores. Esto pone de manifiesto que la conciencia obrera sigue viva y su espíritu de lucha sigue presente más que a muchos le duelan. En referencia a la incidencia no ha tenido graves consecuencias, la marcha fue correcta. No estoy por la violencia pero tampoco por la sumisión. Estoy en contra de las imposiciones tomando como argumentos discursos agresivos contra los derechos sociales y laborales de los trabajadores; también discrepo que se hable hipócritamente de valores y educación cuando no se valora la propia juventud. Los jóvenes se pueden hacer violentos por varias razones: por falta de ocupación, tienen mucha energía acumulada y esta genera estrés, por su futuro incierto, por falta de ilusión y proyecto y por las medidas agresivas que puedan ocasionar unos gobernantes ignorantes e egoístas porque como digo muchas veces no se trata de hacer felices a unos privilegiados sino a toda la ciudadanía. Nuestros jóvenes forman parte importante de esa infelicidad social que está generando políticas liberales.