PAN Y CIRCO

DOLOR DE RODILLA... Y CABEZA

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No estoy para competir, no puedo salir a la pista y mentir a todo el mundo», palabras de Rafael Nadal antes de retirarse del Masters 1000 de Miami, donde afrontaba las semifinales ante Andy Murray. Tras una semana de buen tenis, marcada por las molestias en su rodilla, decidía no forzar más de la cuenta ante el tramo más importante de la temporada. Ahora afronta dos semanas de descanso antes del inicio de la gira de tierra batida, que comenzará en Montecarlo, donde defiende nada más y nada menos que siete títulos consecutivos.

Antes de renunciar a la disputa de las semifinales tuvo que renunciar a la Copa Davis, y todo como consecuencia de la tendinitis crónica que sufre, que a pesar del mes de descanso que tuvo en febrero ha agudizado el dolor que le provoca. El de Manacor ya ha visitado en Vitoria a su equipo médico de confianza, donde le inyectan plasma enriquecido con factores de crecimiento, y tras ello, reposo absoluto durante los primeros siete días. Luego, vuelta al campo de batalla.

Y en ese campo de batalla está Novak Djokovic, que el año pasado se perdió la cita monegasca y por tanto llegará al primer Masters 1000 de tierra batida con la posibilidad de seguir sumando puntos en el Ranking ATP y abriendo hueco con el español, que tiene allí un torneo fetiche y que perder sí se podría considerar un tropiezo muy importante. No en vano, no suma un título desde Roland Garros 2011, nueve meses, y en pista dura no gana un título desde Tokyo, en 2010, algo más de dieciocho meses. En estas circunstancias es cuando los ganadores como él se crecen y rompen con los pronósticos, pero la barrera mental que tiene cuando se pone delante del serbio, unido a estos dolores, hacen que de momento en el horizonte solo se vean nubarrones. En cualquier caso, la mejor parte de la temporada del tenis comienza ya, y sabemos que, por muchas molestias que tenga, no nos va a fallar.