Cede la amenaza de ETA
Actualizado: GuardarHoy publica este periódico una información que pone de manifiesto que el Ministerio del Interior ya reconoce internamente que «la progresiva disminución de la capacidad operativa de la banda terrorista ETA ha llevado a la disminución de la amenaza que se cierne sobre gran parte de personas». En consecuencia, a partir de ahora, una comisión técnica se ocupará de evaluar qué personas deberán ser protegidas por fuerzas de seguridad del Estado, y se considera que los efectivos actualmente destinados a esta tarea, unos 3.000, experimentarán una reducción de «mucho más de la mitad». En definitiva, serán modificadas las normas que fueron dispuestas por Jaime Mayor Oreja y que han estado vigentes durante más de quince años. Es evidente que este ejercicio de realismo del Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz reconoce que, desde el comunicado etarra del 20 de octubre, el fin de la violencia es real, tanto porque así lo ha decidido ETA cuanto porque las fuerzas de seguridad controlan los menguados recursos que aún mantiene la banda terrorista. El más viejo problema de nuestra democracia no cederá del todo hasta que ETA se disuelva, pero no puede negarse que estos avances acercan el desenlace feliz.