Economia

LO QUE SOMOS Y DÓNDE ESTAMOS

ANALISTA ECONÓMICO Actualizado: Guardar
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Primero los datos. Conocido el detalle de los presupuestos, conviene comenzar por resaltar la doble medida que nos ofrecen. La primera tiene que ver con lo que somos, con la capacidad de actuación de la Administración Central del Estado. Es bueno recordarlo porque nos ayuda a interpretar mejor el debate político. De total del gasto, incluida financiación de CC AA y ayuntamientos, el destinado a las actuaciones de carácter económico representa el 8,7% del total. Es en ese escaso 8,7% donde se centra el debate para criticar lo que baja el capítulo de I+D+i, o la inversión en infraestructuras, o el presupuesto de Industria y Energía, por señalar aquellos que más recorte sufren. Es decir, hemos reducido la actividad discrecional de la Administración Central del Estado a algo menos de 9 de cada 100 euros. ¿Es economía o es política cuando se discute dentro de esos nueve euros?

La segunda medida del Presupuesto es la que nos dice donde estamos. Sus partidas definen la situación del país. El gasto se va en el funcionamiento básico del Estado, en las funciones de protección que se le exigen, y en los intereses de la deuda. Hablamos esencialmente de gasto comprometido. Desglosado, el mayor es en pensiones (37,1%), que sumado al desempleo (9,2%) y a los intereses de la deuda pública (9,3%), se llevan 56 de cada 100 euros que gastamos. Los 35 restantes van en su mayor parte a otras prestaciones y a sostener el funcionamiento del Estado.

En los ingresos, el 66,7% procede de impuestos directos y cotizaciones sociales. Sumando los indirectos llegamos al 74,3%. Tasas, transferencias y otros ingresos, los completan.

Ahora las preguntas. ¿Son creíbles? ¿Favorecerán el crecimiento? Lo anunciado es un ejercicio al límite de lo posible sin alterar las viejas estructuras. El Gobierno actúa de urgencia, pero ese modelo 'toca hueso'. Si excluimos la reforma laboral, estamos ante 100 días de un gobierno posibilista. Ahora tiene que venir el reformista. Solo con las medidas posibilistas la respuesta a las preguntas, es NO.

Mientras nos adentramos en comprobar si hay la voluntad primero y el margen de tiempo necesario después, en la Unión Europea refuerzan el fondo de rescate a la manera en que se hacen las cosas cuando no queda más remedio, a regañadientes y trampeando. Eso significa que aunque España esté al límite, que está, la gestación de un estado de opinión que vuelva a cuestionar la capacidad europea para salir de esta crisis ya no es algo de lo que pueda responsabilizarse a lo que este presupuesto haga o deje de hacer. Saber de ese peligro hace un manojo de nervios de este Gobierno, pero solo porque sabe que en la Unión Europea, somos actualmente el eslabón más débil de la cadena.