EL LABERINTO

Los nuevos coches voladores

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Y a tenemos coches voladores en el mercado. Dentro de escasos días, en el marco de la New York International AutoShow, una compañía americana de aviación, la Terrafugia, presentará oficialmente lo que, se supone, revolucionará el mundo del automovilismo, un modelo de coche-avión que, funcionando a gasolina, logrará terminar con los atascos, evitará tener que pagar peaje en las autopistas y hasta, incluso, pondrá en un brete a las compañías low cost. Se trata del nuevo modelo Transition para el que, al parecer, ya se han hecho más de 100 reservas. Pocas, si tenemos en cuenta el precio del invento, unos 210.000 euros, cantidad que, aunque desorbitante para cualquiera de nosotros, resulta irrisoria para los miembros de la cada vez más numerosa y caprichosa jet internacional. Solo faltaría que el invento incorporase la ya disponible tecnología anfibia, y que el precio se ajuste más a la realidad de nuestros bolsillos, para disponer de un utilitario la mar de apañado en todas las circunstancias terrestres, aéreas y marítimas. Aunque, mirándolo detenidamente, no creo que los que hayan hecho la reserva lo tengan fácil para poder presumir de carro; realmente, hay opciones mucho más atractivas en el mercado. Primero está lo del carné, porque al de conducir será necesario sumar el de pilotar. Será difícil encontrar autoescuelas terrestres/aéreas que ofrezcan prácticas de conducción con el modelo básico. Luego está la ITV, porque no me imagino a nuestras unidades técnicas evaluando el buen estado del estelar vehículo. Ello sin contar con la necesidad de desarrollar nuevas normas de circulación, tanto en carretera como en ciudad: ¿podrán adelantar por arriba?, ¿cuáles serán las distancias de seguridad permitidas en pleno vuelo?, ¿se permitiría despegar en la Avenida? Tampoco ayuda, al menos por estos lares, el tema del aparcamiento, porque a ver donde metemos las alas en el parking de San Antonio. Además, el modelo es francamente feo, una especie de monovolumen con dos inmensas excrecencias plegadas en los costados, que te impiden ver el paisaje por las ventanillas, y sin espacio suficiente para meter las sillitas de los niños. Tampoco te dan opción, con lo que cuesta, a elegir color y tapicería. Decididamente, nos quedamos con el que tenemos que todavía puede aguantar unos miles de Kms. más.