Los Hermanos Musulmanes sacuden la carrera presidencial egipcia
EL CAIRO. Actualizado: GuardarPulso a la junta militar, ansias de poder o estrategia para cerrar filas en la formación. La decisión de los Hermanos Musulmanes de presentar a uno de los suyos, Jairat al-Shater, como candidato a las elecciones presidenciales egipcias ha dado un vuelco a la aritmética electoral y ha sembrado de interrogantes la escena política del país, que especula con el motivo por el que la cofradía ha decidido romper su promesa de no aspirar a la jefatura del Estado.
Tras una ajustadísima votación, el Consejo de la Shura de la Hermandad decidió presentar el pasado sábado a Al-Shater, un multimillonario empresario de 62 años, a los comicios para el cargo que Hosni Mubarak ocupó durante 30 años. Dado el poder de convocatoria con el que cuentan los Hermanos Musulmanes, su candidatura se ha colocado rápidamente entre las favoritas. Pero la decisión de la cofradía -que ayer alegaba que nombraba al que hasta entonces era su 'número dos' para poder cumplir las «exigencias de la revolución»- podría volverse en su contra.
Desde hace un año, la Hermandad ha jurado que no aspiraba a la presidencia y que jamás presentaría un candidato. El pasado verano incluso expulsó a uno de sus líderes más populares y reformistas, Abdel Moneim Abul Futuh, cuando anunció su decisión de concurrir a los comicios. Muchos miembros de la cofradía siguieron apoyándolo por lo que la dirección del grupo, temerosa de perder su férreo control, amenazó con expulsar a los que le votaran. Por ese motivo, este cambio radical de parecer ha sembrado la controversia.
Vacilación y corrupción
Pocas horas después del anuncio, Kamal el-Helbawy, portavoz internacional de la cofradía, anunciaba su dimisión en el canal Dream 2 por «la vacilación, corrupción y confusión dentro de los cuadros de la formación». El-Helbawy aseguró además que el hecho de que Al-Shater recibiera un perdón de la junta militar hace dos semanas (el empresario fue condenado a 7 años de cárcel en 2008, aunque salió tras la revolución) parece indicar que podría haber un acuerdo entre el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas y los Hermanos Musulmanes.
En las últimas semanas, la relación entre los dirigentes castrenses y los Hermanos Musulmanes -cuya marca electoral, el Partido Libertad y Justicia (PLJ) controla casi la mitad del Parlamento- ha tocado mínimos por la negativa de los militares a que los islamistas formen gobierno. La candidatura de Al-Shater podría ser un órdago al Ejército: si no pueden alcanzar el Ejecutivo, entonces buscarán la Presidencia.