Un camarero atiende a un cliente en la calle Ancha. :: E.L.
Ciudadanos

El sector turístico realiza uno de cada cinco contratos que se firman en la provincia

Hoteles y restaurantes tiran del empleo en la capital con 3.114 acuerdos laborales en el último trimestre del año

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Si se trata de sacarle partido a un curso formativo, más le vale al desempleado gaditano hacerlo en idiomas, manipulación de alimentos o cocina. El sector turístico es el único que tira del empleo en la capital donde ofrece ya uno de cada cinco contratos. El 21% de todos los realizados en el cuarto trimestre de 2011 ha sido a camareros, personal de limpieza en hoteles y establecimientos, cocineros, ayudantes de cocina, mozos de equipaje o monitores de actividades recreativas y entretenimiento, entre las profesiones más habituales.

Suponen un total 3.114 de los 14.351 que se hicieron en los últimos tres meses del año, según los últimos datos del Observatorio Argos, que depende de la Consejería de Empleo de la Junta. Es justo en esta recta final del año cuando más decae el empleo, que no se recupera hasta la Navidad y el Carnaval. Sin embargo, en el último trimestre del año la contratación en servicios creció en torno al 19% en la provincia con respecto al mismo periodo del año anterior. La otra cara de la moneda es la escasa calidad de estos acuerdos. Según el informe de Argos, el 96% de ellos son de carácter temporal, en muchos casos por días e incluso horas, lo que genera inestabilidad entre los trabajadores.

A la hora de comparar con el resto de la provincia, Cádiz es el segundo municipio con más contratos realizados. Jerez se sitúa a la cabeza con 5.590 y por debajo se encuentran El Puerto y Chiclana, que hicieron 2.645 y 1.356, respectivamente en el mismo periodo de tiempo. En todas ellas, a excepción de la capital, ha crecido el número de acuerdos y también el de demandantes, que cada vez se interesan más por la hostelería para encontrar salidas laborales.

El presidente de la patronal gaditana, Antonio de María, señala que «a pesar de las circunstancias el sector tiene que ir a más». Según explicó, «la contratación crece especialmente en los momentos puntuales». Ahora habrá movimiento por la Semana Santa, la cercanía de las ferias y las comuniones. «Esa es la situación en el caso de la hostelería, los hoteles no suelen aumentar el número de trabajadores hasta que llega el verano», recalca.

Durante el tiempo de menor afluencia de visitantes «las plantillas están ajustadas al máximo, porque de lo contrario resultaría imposible tirar del negocio y de las nóminas si no es así», indica. El responsable de Horeca reconoce también que en los últimos años «los contratos se hacen cada vez más tarde, en función de las necesidades». El hostelero señala que en muchos casos se le suele ampliar la jornada a los propios empleados de fines de semana o se buscan de ámbitos cercanos. Por el contrario, explica que en el caso de grandes establecimientos y hoteles, el perfil es más especializado, pero «todos solemos tener en cuenta la experiencia y la profesionalidad».

También confía en que «crezca más la contratación con la reforma laboral, tras flexibilizarse las condiciones». A modo de reflexión, De María resalta que «el turismo es el que ha tirado del carro desde que comenzó la crisis en Cádiz y tiene que ir a más, porque el resto de los sectores están paralizados».

Perfil

En toda la provincia se han firmado 20.619 contratos en el sector turístico, pero los parados registrados en ese periodo fueron 21.171. Esta cifra es un 6,5% superior a los desempleados que tenía el sector en el cuarto trimestre de 2010. Por hacer una lectura más positiva: sube más la contratación que el paro, aunque la demanda sigue siendo muy superior a la oferta. Argos calcula que en torno al 11% de los demandantes de empleo de Cádiz se encuadran dentro de los servicios.

El propio observatorio de Empleo considera ya el turismo como uno de los sectores emergentes en la zona. Y no habla solo del tradicional sol y playa, sino de nuevas formas como son la gastronomía, el vino, el turismo de naturaleza, de deportes de aventura, el rural, el de salud y belleza, y el turismo de golf, que todos cuentan con amplia representación en la Bahía.