Sin Sábado Santo, pero con Sábado de Pasión
Hasta seis estaciones de penitencia salieron ayer a la calle en una brillante jornada de vísperas de la Semana Santa
Actualizado: GuardarHay futuro. La Semana Santa de Jerez y su progresión están más que garantizadas gracias al esfuerzo y tenacidad de los cofrades del mañana, o de los que ya son una realidad y tan solo esperan la llamada que les acerque de manera definitiva a la Catedral. Hay futuro porque las agrupaciones parroquiales trabajan serio, fuerte durante todo el año, llenando de aromas de eclesialidad cuantas decisiones tomen, siempre buscando lo mejor para su futuro y para el de la iglesia diocesana, la que debe acogerlos en su seno en un futuro más cercano que lejano.
Pese a los vientos agoreros que vaticinaban que las cofradías del centro estaban llamadas a morir frente al empuje de las del extrarradio. Pese a los que opinaban que no habían suficientes cofrades para tantas hermandades y agrupaciones. Pese a los que demandaban un mayor compromiso con sus propias cofradías de los que ahora hacen su vida religiosa en las nuevas hermandades. Pese a los que decían hace pocos años que no se podía hacer en el siglo XX lo mismo que se hacía con esmero en el XVII... Pese a todos ellos, el Sábado de Pasión demostró una vez más que la Semana Santa de Jerez tiene futuro.
Y lo tiene gracias a las seis corporaciones que tenían ayer prevista su salida procesional. Independientemente de gustos personales, de la lluvia que retrasó las salidas de algunas agrupaciones o llenó de incertidumbre a otras. Seis asociaciones de fieles, que eso lo son todas las cofradías y agrupaciones diocesanas, pusieron ayer lo mejor de sí mismas en escena, y la realidad superó con creces las expectativas.
Las grandes novedades
Pasión fue la principal protagonista, como el año pasado lo fue la Entrega de Guadalcacín. El obispo diocesano, monseñor Mazuelos, la convirtió en hermandad en la misa matinal que tuvo en su sede canónica, y eso la aupó a convertirse en referente para el resto de agrupaciones que aspiran a la misma meta. Ezequiel Simancas debutaba al frente de la cuadrilla del Señor de Pasión en un trabajo que comenzó hace ya muchos meses, y que confirma que también está garantizado el futuro de los martillos en nuestra ciudad una vez que los actuales capataces vayan dejando sitio a los que vienen empujando con fuerza por su juventud y experiencia. Estrenaba condición de hermandad Pasión, y se ganó por completo a su barrio en una tarde que nació desapacible, pero que fue poco a poco abriendo y dejando paso a una noche fría pero intensa, ilusionada por conocer las novedades que las corporaciones estaban presentando en esta jornada de vísperas que ya se ha convertido en un día más de Semana Santa.
La Salud de San Rafael, por su parte, estrenaba nada menos que su imagen titular. Y qué imagen titular... El Señor de la Salud, impactante imagen de Fernando Aguado, dejó heladas las miradas de cuantos se acercaron a la zona sur de la ciudad para comprobar las evoluciones de una agrupación que se ha colocado, junto con la agrupación parroquial de la Sed y la Misión, en la primera línea de salida a la hora de aspirar a convertirse en hermandad. Los hermanos de la Salud, arropados por el calor de uno de los barrios que más y mejor sienten la Semana Santa, presumieron de talla, algo que pueden hacer gracias a la belleza y dulzura del abrazo de la cruz de Cristo que Aguado ha tallado con maestría para la corporación. Un auténtico ejemplo de que en la actualidad es un buen momento para enriquecer el patrimonio de las cofradías gracias a la calidad de numerosos licenciados en Bellas Artes que han bebido en las fuentes clásicas de la Historia del Arte.
Algo similar se podría decir del Señor de la Misión, titular de la agrupación parroquial de Picadueñas que ayer se estrenó por las calles de Jerez. Lo hacía tras una rotunda bendición en la Merced hace escasos meses, y lo hizo con el condicionante de saber que en esta presentación había mucho, pero mucho, en juego. Picadueñas es un barrio humilde de la ciudad, y su parroquia es una de las más desconocidas de la capital de la diócesis. Compartir sede con la Virgen de la Cabeza, lejos de restar como alguno pudiera opinar, ayuda a que ambas sean más conocidas en un futuro, y mucho más ahora que cuentan con uno de los cristos más sugerentes de la diócesis. Una talla inolvidable, con un escorzo brutal, que no deja indiferente absolutamente a nadie. El Sábado de Pasión era el momento ideal para que Jerez conociera a esta imagen de manera definitiva, para ello trabajaron los cofrades de la Misión, y quizá por eso la hermandad salió pese a la pertinaz lluvia que entoldaba en esos momentos la ciudad.
Hermandades clásicas
Frente a las grandes novedades de la jornada, frente a los estrenos más rutilantes, dos hermandades y una agrupación apostaron por ser ellas mismas como argumento más genuino, algo que se agradece, y mucho, por los cofrades que quieren ver estilo y elegancia cuando salen a ver los pasos en la calle. Humildad y Paciencia demostró una vez más que lo cualitativo es sustancialmente más importante que lo cuantitativo. Lo hizo gracias a una impronta decimonónica y romántica olvidada salvo contadas ocasiones por nuestras corporaciones. Una hermandad, con sus nueve letras, con todos los elementos para consolidar su posición, y a la que posiblemente interese ser protagonista de esta jornada, antes que injustamente olvidada en otra jornada de la Semana Santa. Éxito por tanto de la hermandad de Humildad y Paciencia, al convertirse en una cofradía referente del buen gusto y de la estética más depurada.
Camino diferente escogió en su momento la hermandad de la Entrega, y también acertó. Un esfuerzo denodado por ser una cofradía de barrio, cercana a su gente, integrada en su parroquia, ha dado sus frutos poniendo cerca de doscientas túnicas en la calle en su primer año, a lo que hay que añadir el estreno del paso de misterio, un barco que albergará el momento del encuentro de Jesús con las mujeres camino del Calvario.
Y la Sed... Una hermandad con título de agrupación. Un grupo de jóvenes que trabajan para que Jerez tenga una nueva parroquia. Un grupo de cofrades que, aun saliendo una hora tarde, tienen en el Cristo de la Sed un aliado para ser pronto lo que anhelan, cofradía de penitencia. Y la Sed realizó su primer milagro, bendecir el nacimiento de la hija del presidente de la agrupación en el instante en que salía. Un crucificado de mucha altura...